María Soledad Vicente-Ruiz: “El aburrimiento obliga a los niños a pensar de manera original”

¿Recuerdas cuando los móviles y las tablets no formaban parte de nuestros juegos diarios? Parece que haya pasado una eternidad y que lejos hayan quedado las muñecas, el escondite, la goma de saltar, el bote botero, las canicas o los cromos. No somos tan mayores, es solo que la vida ha avanzado muy rápido y ahora parece que nos cueste buscar diversión en otros mundos que no sean los de las pantallas. Y eso es un problema, para nosotros y para nuestros hijos. Porque su desarrollo y su crecimiento dependen de ello. Es uno de los motivos que ha llevado a esta maestra de educación infantil desde hace 14 años y madre a publicar un cuento que invita a explorar el mundo real junto a los más pequeños.

 

P. ¿Cómo surge este cuento?

R. El botón de la imaginación surge de mi observación como maestra de Educación Infantil. He visto cómo el uso excesivo de las pantallas puede limitar la creatividad y la interacción social de los niños. Quería crear una historia que mostrara de manera divertida y atractiva la importancia de desconectarse y redescubrir el mundo real a través del juego y la imaginación.

 

P. La historia de Antenas (el protagonista) está pensada para niños de a partir de 3 años. ¿Por qué has vinculado el tema de las pantallas con esa edad en concreto?

R. El cuento está diseñado para niños de 3 a 6 años porque es una etapa crucial en su desarrollo. A esta edad, los niños están explorando activamente su entorno, desarrollando habilidades sociales y comenzando a construir su imaginación y creatividad. Es el momento perfecto para inculcar hábitos saludables, como el juego activo y la interacción sin tecnología, que son esenciales para su crecimiento integral.

P. Como maestra de Infantil, ¿ves que exista un problema real con las pantallas en esa etapa?

R. Sí, he observado que el uso excesivo de pantallas puede ser un problema. Las pantallas pueden reducir el tiempo que los niños pasan interactuando con otros, jugando físicamente y explorando su entorno. Esto puede afectar negativamente su desarrollo social, emocional y físico. Es importante fomentar actividades que no involucren tecnología para asegurar un desarrollo saludable.

 

P. ¿Qué podemos hacer los padres, madres y docentes?

R. Podemos ser modelos a seguir al limitar nuestro propio uso de pantallas y fomentar actividades sin tecnología. Por ejemplo, ofreciendo alternativas atractivas, como juegos al aire libre, manualidades y lecturas compartidas. Es fundamental establecer tiempos sin pantallas y crear espacios donde los niños puedan jugar libremente.

 

P. ¿Cómo de importante es el juego en Educación Infantil?

R. El juego es fundamental en la educación infantil. A través del juego, los niños aprenden a resolver problemas, a colaborar con otros, y a expresar sus emociones. El juego libre y no estructurado también estimula la creatividad y la imaginación, permitiendo a los niños explorar el mundo a su manera y a su propio ritmo

 

P. ¿Por qué se penaliza el aburrimiento? ¿Cómo podemos verlo como algo positivo?

R. A menudo, el aburrimiento se percibe como algo negativo, pero en realidad puede ser muy beneficioso. Es un motor para la creatividad, ya que obliga a los niños a pensar de manera original y a encontrar nuevas formas de entretenimiento.

 

 

P. ¿Qué otros libros tuyos podemos encontrar/qué temáticas son los que te quedan pendiente por plasmar para ayudar a las familias?

R. Además de El botón de la imaginación, estoy trabajando en otros cuentos que abordan temas importantes para el desarrollo infantil. Todavía no puedo decir los temas, pero son historias que no solo entretienen, sino que también proporcionan herramientas útiles para el crecimiento personal y social de los niños y sus familias. Muy pronto se podrán ver.

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Lara Fernández

Periodista especializada en Educación y maestra de Educación infantil. Esta periodista que lleva ejerciendo 21 años en diferentes medios de comunicación escritos y audiovisuales cumplió en 2021 su principal sueño: convertirse en mamá. Fue también su gran lección de vida al darse de bruces con la AD y la AS. Tres años antes se había graduado como maestra de Educación Infantil y se había especializado en crianza y actividades sensoriales para niños. Todo ello le ha permitido desarrollar tres de sus grandes pasiones: la comunicación, la infancia y la educación. Tres pilares básicos porque, como ella misma suele decir: "La educación es el traje que elegimos los padres para que nuestros hijos puedan bailar en la vida"

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