Entrando en la pre adolescencia…y cómo no morir en el intento
Este tema va a dar para mucho, no me cabe duda…y a lo mejor, hasta para otro libro. Reconozco que estamos viviendo cosas ya en casa que aunque no dejan de ser comunes en la vida (tú ya pasaste por ahí) son NOVEDAD para padres noveles. En mi caso, me cuestiono cómo hacerlo para no fastidiarla de manera constante…
Me sorprenden mil cosas de esta nueva generación y aunque no soy de condenar, reconozco que me chocan y a veces, me generan cierto rechazo. Así que me toca reflexionar y reaprender. Hay cosas similares a cuando tú viviste la adolescencia, el fondo básicamente es el mismo, pero hay otras completamente nuevas. Hablo de las nuevas maneras de comunicar que tienen…entre otras.
Hay momentos en los que me encantaría llegar como MADRE SABIA (la de Rapunzel sí, esa de “madre sabe más”) e imponer mi criterio de verdad absoluta, pero esto definitivamente no funciona.
Creo que más bien debemos inspirar, inspirar para que ellos decidan cómo hacer teniendo claro el objetivo y resultado.
Así que el primer paso que me obligo a hacer es empatizar con su manera de pensar… Oye, qué complicado cuando dejaste atrás hace tanto esa edad. Sin embargo cuando fuerzas a tu mente, aparecen esas historias que tú viviste, similares sin duda y que pueden ayudar a “inspirar”. Así que en esa empatía de:
¿Qué sentirá? (madre mía cuando revivo ciertas historias que recuerdo con 11 años….)
¿Qué querrá con sus amigos? (y aquí aparecen todos esos complejos que yo tenía, ¿los tendrá ella igual? ¿Querrá caer bien?)
¿Qué le importa más? (Pista, observa de qué habla y con qué se entusiasma….ahí lo tienes…y para ello, hay que escuchar, escuchar y escuchar).
¿Cuál es mi papel?
¿Qué quiero para él/ella?
Una vez pensado esto (no hay tiempo lo sé, pero habrá que sacarlo) entonces me planteo varias cosas para hacer:
- Las historias causan sensación en todas las edades, son como cuentos donde consigues que las personas se identifiquen y si tienen moraleja (que ya te encargarás de que la tenga) mejor que mejor. En concreto con mi hija, se me ocurren varias en torno a las primeras relaciones “amorosas”.
- Mostrar tus valores. Evidentemente además de la historia, debes mostrar tus propios valores aprendidos, errores y aciertos con su aprendizaje además de cómo te gustaría que fuera para ella (o él). Sinceramente, me genera cierta ansiedad que finalmente haya muchos diferentes puntos de vista, pero creo que en la conversación sincera y empática puede estar la solución. Son personas distintas a nosotros, no olvidemos, y nuestro objetivo es que sean felices y estén bien. Entonces ¿qué es lo que más le conviene TAL Y COMO ES?
Como dije una vez:
“Enma cariño, sé feliz, aprende, disfruta, ayuda a otros mediante las habilidades que tienes, relaciónate con gente de cuantas más partes del mundo mejor ya que en la diversidad está la riqueza y el aprendizaje de la tolerancia. Haz que tu vida merezca la pena por lo que recuerden de ti, la felicidad es personal para cada uno. Encuentra tu camino y síguelo. Y siempre sé fiel a ti misma. Y aquí estaré yo para guiarte y apoyarte hasta el día que sueltes mi mano y vayas sola. ”
Bienvenidos a esta etapa….seguiré escribiendo y reflexionando sobre ella.