Si tu hijo o hija tiene ganas de vivir la experiencia de estudiar un año en un país extranjero, pero todavía tiene ciertas dudas o miedos acerca de tomar esta decisión, le vendrá genial conocer las vivencias y sensaciones de jóvenes de su misma edad que acaban de regresar de vivir su propia aventura.
Una experiencia llena de beneficios
Estudiar en el extranjero es sinónimo de mejorar en los idiomas, de vivir nuevas experiencias, de desarrollar la capacidad de adaptación, de adquirir el sentido de la responsabilidad y también de conocer diversos ambientes multiculturales.
Teniendo claro todos los beneficios que nos aportará estudiar en el extranjero, toca reflexionar acerca de aquello que nos hace dudar. Uno de los principales miedos a los que se enfrentan los estudiantes antes de embarcarse en esta experiencia tiene que ver con alejarse de su entorno y con la posibilidad de sentirse perdido en otro país.
Esto es totalmente comprensible, sin embargo, deben saber que las empresas encargadas de organizar y supervisar la experiencia tienen como objetivo que el estudiante progrese y se encuentre siempre cómodo durante su estancia. Por ello, la asistencia 24 horas, el asesoramiento personalizado y el seguimiento constante que te ofrecen empresas como Travel & Tuition son las claves que necesitas para atreverte e impulsar tu futuro con una experiencia educativa en el extranjero.
Llorenç, Lara y Andrea nos cuentan sus experiencias viviendo en Canadá
Hemos hablado con tres estudiantes que han vivido la experiencia internacional. Cada uno lo ha vivido de forma diferente, porque cada experiencia es única. Lo que podemos asegurar tras charlar con ellos es que volverían a tomar esta decisión, sin dudarlo.
Como nos dice Andrea Galar, que estudió durante un curso en un colegio de Canadá: “Parece que el año va a pasar despacio, y aunque a veces lo parezca, el año se acaba muy rápido. Hay que aprovechar el conocer mucha gente, el hacer cosas distintas, cosas que igual nunca pensasteis hacer. Aprovechar las oportunidades, disfrutar y aprender mucho, ¡sobre todo de la gente!”.
Para Llorenç García, su año en el extranjero ha sido algo inolvidable: “El mejor año de mi vida. A medida que avanza la experiencia, te das cuenta de que estás viviendo un sueño. Llega un momento que se acaba y por eso hay que aprovecharlo al máximo”.
En el caso de Lara Arnó, destaca su gran crecimiento personal: “Coger el control de tu vida comporta responsabilidades que te hacen crecer. Y no todo es a nivel individual, porque las relaciones que consigues son muy importantes, las personas a las que das tu confianza y los momentos vividos son únicos. Todas las experiencias, desde ir de excursión hasta cenar con la familia me han aportado cosas positivas”.
Como vemos, los estudiantes recuerdan sus vivencias con nostalgia y con un gran cariño. Ahora queremos saber cómo fue su paso por un instituto extranjero y qué cosas les sorprendieron allí.
-Los tres habéis vivido en diferentes zonas de Canadá. Andrea, ¿cómo describirías los colegios en Canadá?
– Los institutos en Canadá son muy buenos, están muy bien estructurados y te dan la posibilidad de descubrir distintos campos, lo que es muy útil para descubrir qué estudiar en la universidad. En mi instituto, el año escolar se dividía en 2 semestres, cada uno estaba compuesto de 4 asignaturas. Yo cogí muchas asignaturas de ciencias, por ejemplo, pero había muchas opciones. Me acuerdo que había la posibilidad de coger fotografía, cocina, un tipo de educación física que era más tipo montañismo, banda de música… Asignaturas muy variadas, la verdad. Eso es una de las cosas que más me llamó la atención cuando decidí estudiar en Canadá.
-Llorenç, ¿algo a destacar y que fuera muy distinto a los colegios en España?
-En mi primer día de high school experimenté algo que no me hubiera esperado nunca, los canadienses tienen ansia de saber de ti, de tu cultura, de tu idioma, de conocerte en general. Las clases resultan mucho más amenas, pues se intenta hacer todo con un toque lúdico. Y por supuesto, no podían faltar, enormes pasillos con taquillas de candado a los dos lados.
-Y tú, Lara, ¿cómo recuerdas tu experiencia en las aulas?
-En lo que más noté un cambio fue en la educación, la manera en que se distribuyen las clases y los profesores. Para cada asignatura había una clase, un profesor y alumnos distintos. Y me gustó mucho, porque te daba la oportunidad de conocer a más personas. El hecho de poder escoger las asignaturas que haces motiva mucho, porque estás haciendo algo que te gusta con gente que también quiere hacerlo. La relación maestro alumno era generalmente estrecha, se preocupaban por ti, sobre todo los del programa internacional.
– ¿Creéis que habéis mejorado vuestro nivel de inglés?
-Andrea: Definitivamente he mejorado mi nivel de inglés, llegué y no me costaba mucho entender las clases o a la gente, pero sí me costaba a veces que me entendieran. Llegué a Canadá con un nivel intermedio-alto, y noté mucha mejoría, sobre todo a la hora de hablar. En ningún momento me plantearía no irme a estudiar fuera por creer que tengo un nivel muy bajo de un idioma, al final estás allí, conoces otra cultura, y vas practicando el idioma, y aunque no lo parezca, mejora muchísimo.
-Lara: Un sí rotundo, definitivamente. Ahora, mi inglés es muy bueno, y el poder haber aprendido el idioma en el propio país me ha dado muchas ventajas en el acento y las expresiones.
– ¿Qué tal fue convivir con una familia de acogida canadiense? ¿Y el hacer nuevos amigos?
-Llorenç: Con mi familia, al principio fue muy fácil, conectamos rápidamente y compartíamos muchos momentos juntos. Acabamos llegando a ciertos acuerdos (como el toque de queda o el cómo volvería a casa) y la estancia fue mucho más agradable.
-Lara: Sobre hacer amigos, la clave está en ir a hablarles, son muy simpáticos, y si les hablas tú, será muy fácil hacer amigos. Con los internacionales es muy fácil hacerse amigos, el primer día de instituto ya se forman grupos de estudiantes internacionales, ya que sale natural juntarte con gente que está en la misma situación que tú.
-Por último, ¿qué consejo le dais a futuros estudiantes?
-Llorenç: Que aprovechen TODAS y cada una de las oportunidades que se les presenten. Por probar no se pierde nada, ¡puede que nunca más vuelvas a tener esa oportunidad!
-Lara: Una de las cosas más importantes para tener una buena relación con la familia es ser sincero, la comunicación es clave. Otra cosa es que trates de no fijarte solamente en las cosas grandes y busca cosas interesantes en el día a día, los pequeños momentos son los que se valoran más, las cenas en casa, las charlas, los patios de la escuela… porque la rutina puede ser muy divertida. Todas las memorias que tengo nadie me las puede quitar, ya forman parte de mí.
Este camino será apasionante, pero, por supuesto, queremos que nuestros hijos cuenten con el mejor de los apoyos. “El propósito de Travel & Tuition es precisamente ese. Que quienes suban esta montaña (tus hijos) vayan acompañados de unos buenos sherpas que les ofrezcan el apoyo y el seguimiento que necesitan para que la subida a la cima de esa montaña sea educativa, a la vez que apasionante”, explica Sergio, de Travel & Tuition. Si te ha gustado este artículo y quieres saber más acerca de las diferentes opciones en el extranjero, no te pierdas la guía de Travel & Tuition sobre las diferencias entre estudiar en países como Inglaterra, Irlanda, EEUU o Canadá.