Frases prohibidas: “¡Déjate de chorradas!”

Muchas veces despreciamos los problemas y opiniones de nuestros hijos como pequeños e insignificantes comparados con los nuestros, que son grandes e importantes. Y lo hacemos con una buena intención: evitar que se preocupen. Pero quizá haya una forma más respetuosa de conseguir que superen sus problemas y Adela y Luis lo descubrieron.