7 claves para ayudar a nuestros hijos a ser mejores estudiantes

Como padres y madres queremos que nuestros hijos disfruten aprendiendo, pero no siempre nos lo ponen tan fácil. Estos consejos pueden ayudarles.

Todo padre y madre quiere que su hijo sea un buen estudiante. No hablamos de que saque buenas notas, ni de que sea el mejor, sino de que disfrute aprendiendo.

Pero a veces nuestros hijos e hijas no nos lo ponen tan fácil y no sabemos qué hacer para que puedan mejorar en sus estudios. Cristina Cabello, coordinadora de formación en Kumon, pedagoga y psicóloga nos dio en este webinar siete claves muy útiles que podemos practicar con nuestros hijos para que se conviertan en mejores estudiantes:

1. Tener un autoconcepto académico fuerte

¿Influimos en la visión que tienen nuestros hijos sobre ellos mismos como estudiantes? La respuesta es sí. Pero podemos ayudarles a reforzar su autopercepción sustituyendo frases que decimos en nuestro día a día como “eres un desastre” por “¿por qué no apuntas las cosas para organizarte?; “no eres bueno en mates” por “dediquemos más tiempo a estudiar las matemáticas”; en vez de “has sacado un 10, eres muy listo”, “has sacado un 10 porque has ensayado suficiente”.

Además, Cristina señala que una manera de mejorar el concepto de sí mismos como estudiantes es conociendo qué tipo de inteligencia usan. Según Howard Gadner, existen nueve tipos de inteligencia y cada uno de nosotros tenemos desarrolladas más unas que otras. “Podemos tener desarrollada la inteligencia lógico-matemática y no tener nada desarrollada la inteligencia musical. Que seas bueno en mates y no en música no nos hace más o menos inteligentes”, contaba Cabello.

2. Autoconocimiento de sus fortalezas: ¿Cómo aprendo mejor?

Las personas aprendemos mediante la vista, el oído o de forma quinestésica (tacto). Cada uno tenemos preferencia por una forma de aprendizaje. Desde que los niños y niñas son pequeños podemos potenciar aquella con la que mejor aprenden para que así de mayores tengan menos dificultades a la hora de estudiar y fijar su atención. Para cada una de ellas hay diferentes técnicas que podemos reforzar. Para la visual, podemos usar subrayadores; para el auditivo, podemos leer en voz alta o usar la musicalidad; y para el quinestésico, podemos estudiar de pie o moviéndonos.

3. Autorregulación

Cabello explica que autorregularse significa ser capaz de establecer metas y conseguirlas a través de la persistencia. Para ello, podemos ayudar a nuestros hijos e hijas a que se autorregulen mediante una serie de pasos:

  • Ponerles metas: Estas deben de ser ajustadas y no muy largas. Si tienen metas a largo plazo, necesitarán trabajar día a día, paso a paso, de forma que sepan que cada día de trabajo les va a ayudar a llegar a la meta tan lejana.
  • Plan de trabajo: Hay que establecerles un horario y una rutina que tengan muy clara. Con el fin de que, si les sale un plan improvisado, sepan que tienen que respetar el horario y hacer sus tareas, para luego hacer el plan.
  • Demora de la gratificación: “Nuestros niños no están acostumbrados a esperar por lo bueno, a demorar la gratificación. Enseñemos a nuestros niños a esperar para conseguir el premio, no hacer cosas solo por el premio inmediato”, dice Cabello.
  • Lenguaje interno: Los niños tienen que nombrar lo que hacen a través de un lenguaje positivo. Nosotros como padres y madres también debemos hacer uso de este lenguaje cuando algo no nos sale bien, pues somos su ejemplo a seguir. Por ejemplo: “Yo de esto soy capaz, necesito practicar para conseguirlo”.
  • Hábito: Tener horarios fijos todos los días y generar hábitos “nos genera una inercia que nos hace que nos cueste menos ponernos a estudiar”.
  • Valoración del proceso: Les puede ayudar a valorar el proceso del estudio si nosotros, en vez de señalarles que tienen que aprobar el examen, les decimos de antemano que tienen de objetivo estudiar una hora cada día. No se trata de que tengan de meta aprobar, sino aprender y estudiar cada día.

4. Autoeficacia

La visión que tienen sobre su capacidad y su eficacia condiciona que un alumno quiera estudiar o no. Siguiendo estos pasos, pueden mejorar su eficacia:

  1. Explorar: visualizar a qué se van a enfrentar.
  2. Preguntar: antes de leer todo, ¿qué ideas principales hay?
  3. Leer: lectura detallada más lectura crítica.
  4. Recordar-recitar: en voz alta y con sus propias palabras.
  5. Repasar: releer, con descansos, antes de dormir y antes del examen.

5. Autoevaluación

Ser capaz de autoevaluarse significa ser capaz de saber si el resultado de su estudio le va a dirigir a la meta que quiere. Es importante que se puedan dar una segunda oportunidad si se equivocan. Tener fallos también significa aprender.

6. Autorrefuerzo

¿Disfruta aprendiendo nuestro hijo? ¿Qué tipo de motivación tiene? Su motivación puede venir del disfrute de la propia tarea, dela persona que la imparte se motiva más, por el sentido del deber…

Asimismo, los padres con nuestro lenguaje cumplimos un papel importante en el autorrefuerzo de nuestros hijos e hijas. Por ejemplo, no debemos señalarles que porque hayan sacado un 9 estamos muy contentos, sino señalarles que toda nota que saquen se debe al trabajo y esfuerzo que han realizado.

7. Autodidactismo: ¿soy autónomo aprendiendo?

Se trata de que ellos mismos controlen y regulen su aprendizaje. Nosotros no debemos enseñarles conocimientos, sino enseñarles a adquirirlos, para que así aprendan por sí mismos.

Si os quedáis con más ganas de saber cómo nuestros hijos pueden ser mejores estudiantes, podéis ver el webinar completo aquí

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Alicia Mendoza

En el camino a convertirme en periodista y comunicadora audiovisual descubrí que hay varios valores que quiero que acompañen siempre a mis palabras: el compromiso, la verdad y la igualdad. Valores que también aplico a mi día a día para contribuir a una sociedad cada vez más justa. La educación, los feminismos, los cuidados y los vínculos emocionales conforman los pilares sobre los que me formo cada día.

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