Una mujer vive un duelo doloroso al perder el bebé que estaba esperando, pero su propia creatividad le recuerda que tras las despedidas sigue habiendo vida, sueños y color. Este es el hilo conductor de un emotivo cortometraje realizado por alumnos de ESMA.
Este vídeo nos recuerda la idea de Mar Romera de que “no hay emociones buenas ni malas, necesitamos vivirlas todas”. Y es que, tal vez por vivir en una sociedad que ensalza la alegría y la felicidad, podemos llegar a negarnos el derecho a vivir esos duelos necesarios como el proceso de despedirnos de un embarazo que no ha llegado a término y de un bebé que no ha nacido. Pero en este cortometraje, la protagonista no se niega el dolor, se permite vivir su propio duelo y aprende que, de su tristeza, de sus lágrimas y su creatividad, pueden surgir vida, esperanza y color.
Nos decía la propia Mar Romera en otra de sus ponencias que la tristeza “permite resetear el cerebro, parar para volver a empezar”. Y desde luego este cortometraje nos lo muestra de manera muy clara y hermosa. Tal vez sea buena idea ver este cortometraje con nuestros hijos para entender la tristeza así, ¿no os parece?
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