Querida Isabel, el motivo de esta carta son sus últimas declaraciones sobre las mujeres que “emprenden” poco después de dar a luz. “Mi amiga Ana tiene a su niña desde hace una semana y ya está emprendiendo por el mundo, es el tipo de mujer que yo defiendo, es el tipo de mujer que me gusta, y no la mujer de la izquierda que tiene que victimizar y colectivizar los sentimientos“, ha asegurado usted en un acto en el que ha presentado las medidas de su programa para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres.
¿Su amiga Ana es el tipo de mujer que usted defiende? ¿Por qué? ¿Qué hace que su amiga sea tan especial? ¿Que nada más dar a luz, casi con los puntos en la tripa, se haya ido a trabajar la hace una superheroína? ¿Así es como usted entiende la igualdad de hombres y mujeres?
Sus palabras nos hacen entender que, a su juicio, califica como antiheroína a la mujer que se toma sus cuatro meses de baja para hacer una de las tareas más importantes y gratificantes que tenemos como humanos, criar y educar a nuestros hijos.
Sra. Díaz Ayuso, muchas mujeres y hombres hemos entendido que Vd. nos quiere motivar a trabajar al tiempo que abandonamos a nuestros hijos. Los derechos conseguidos durante muchos años no deberían ser de izquierdas o de derechas, simplemente derechos que todos deberíamos querer proteger.
Que una mujer tenga un bebé y disfrute de una baja de cuatro meses no la hace peor trabajadora, como tampoco la hace peor madre si decide incorporarse antes al trabajo, pero no deberíamos vitorear, aplaudir y, mucho menos, premiar económicamente a la que no se toma su baja. No, porque de esta forma estamos lanzando un mensaje muy peligroso a la sociedad. Estamos creando dos tipos perfiles de trabajadoras, las que, según usted, “se victimizan” y dejan de lado sus funciones y las que no lo hacen y se van a trabajar casi con la epidural puesta, porque son muy responsables, y nunca dejarían de lado sus tareas laborales.
Que no, que tener un hijo es mucho más que parir. Que ustedes, que son los que tienen en su mano cambiar la sociedad, deberían sacar adelante políticas que ayudaran a madres y padres a conciliar sin que eso les penalizara. Porque, por desgracia, 6 de cada 10 mujeres renuncian a su carrera profesional al ser madres. Y lo hacen porque no sienten el apoyo de las leyes, porque, a la vista está, no nos tomamos en serio la importancia de traer un hijo al mundo.
Además, usted no ha tenido nada en cuenta al niño. Ellos siempre son los grandes olvidados. En este mundo de adultos, creado por adultos, no preguntamos nunca a los niños, y está claro que usted no los ha tenido en cuenta. Porque… ¿qué cree que le diría, si pudiera, el hijo de Ana a Ana? ¿Preferiría estar con ella, o que esta se fuera a trabajar y le dejara al cuidado de cualquier otra persona?
Tener un hijo es una responsabilidad. Nadie nos obliga a adquirirla, pero de hacerlo, debemos ejercerla. A las personas que, como Vd. tienen la enorme suerte de ejercer la política les pedimos que no nos enfrenten entre nosotros calificando de izquierdas o derechas a las mujeres en función de su apego al trabajo o a su hijos. Les pedimos, además, que nos ayuden y faciliten que lo hagamos lo mejor posible como madres y padres. Su amiga Ana tiene todo el derecho a tomar la decisión que considere conveniente. Y Vd. tiene la obligación de ser responsable con sus manifestaciones en el ejercicio de su cargo.