A veces creemos que transmitimos un buen mensaje cuando decimos al niño que llora en la cama porque no quiere estar solo “duérmete tú solito, que ya eres mayor”. O cuando obligamos a nuestro hijo a compartir su juguete más preciado con cualquier niño en el parque. En este vídeo, Berto Romero, colaborador de Buenafuente, nos hace reflexionar sobre si este trato nos parecería igual de bueno si lo dispensáramos a una persona mayor.
No parece muy descabellado decir que educar bien implica tratar con respeto, validar los sentimientos de nuestros hijos y no negarlos, no menospreciar sus necesidades o percepciones… En realidad, si lo pensamos, estas son las bases del trato que querríamos que tuvieran con nosotros.
Quizá, si comparamos el trato que damos a nuestros hijos con el trato a adultos, nos demos cuenta de que a menudo caemos en la falta de respeto o en la minusvaloración. Nuestra colaboradora María Soto Álvarez de Sotomayor, de Disciplina Positiva España y autora del blog Educa Bonito publicó un relato emotivo y que da mucho que pensar, “Eres un desastre”, que no os podéis perder y que concluye: “Hablarle a su altura, con un tono adecuado, validando sus sentimientos, respetando sus ritmos, comprendiendo sus reacciones a veces desproporcionadas, manteniéndonos firmes ante los retos que nos propongamos…Sólo así podremos ofrecerle seguridad, respeto y dignidad como persona, aunque sean más bajitos!!!”.
Imagen de portada: Tantrum on the stairs. Fuente: Tiffany Terry /Flickr