“Come chocolate y no discutas con idiotas”, por Jéssica Gómez

Jéssica Gómez es autora de algunos textos que seguro habréis leído por redes sociales, como por ejemplo, “Querida chica del bañador verde” o también del libro “La mujer de al lado”, Pero en el artículo de hoy os hablaremos de otra de sus creaciones, la más reciente, el libro “Come chocolate y no discutas con idiotas”, una maravilla de obra que recopila “52 tips para la para la paz mental”. En Gestionando Hijos la hemos leído y os recomendamos su lectura, sobre todo a las madres, ¡porque os vais a sentir súper identificadas!

El título ya nos da una pista de cuáles serán algunos de los tips que aparecerán en el libro para alcanzar -o al menos intentarlo- la paz mental. Pero lo que más resalta del libro no son los tips en sí, sino que con su lenguaje cotidiano y fresco, Jéssica Gómez consigue engancharnos desde la primera página. Leer sus consejos y reflexiones nos traslada a esa conversación que tienes con tu mejor amiga o incluso contigo misma en la que no hay pudores, ni juicios, ni temas tabú; solo confianza y verdades como puños.

Así, cada palabra, cada consejo o cada ejemplo que Jéssica Gómez nos plantea nos hace sentirnos tremendamente identificadas; pero lo que es aún más importante, nos ayuda a verlo todo desde otra perspectiva. Una perspectiva en la que podemos quitarle un poco de hierro a los asuntos que nos atormentan en nuestro día a día y partirnos de risa imaginándonos a nosotras mismas en cada una de estas situaciones.

Pero, ¿quién mejor para contarnos más detalles sobre el libro que su propia autora? Aquí os dejamos la entrevista que le hemos hecho a Jéssica Gómez para que nos cuente un poquito más sobre “Come chocolate y no discutas con idiotas”.

¿Qué le dirías a la gente que, de primeras, piensa que “Come chocolate y no discutas con idiotas” es un libro de autoayuda?

Cuando mi hermano mayor me preguntó si era un libro de autoayuda le dije: «¿Sabes por qué no es de autoayuda? Porque te ayudo yo, que pa eso he escrito el libro». Para mí ‘Come chocolate’ es en realidad un libro de humor, es filosofía de bar, de la de tomarte un café con una amiga y reíros las dos. En realidad, si es de autoayuda para alguien desde luego es para mí: fue una terapia absoluta escribirlo y reconozco que vivo más relajada desde que puse palabras y orden a todo lo que cuento en él. Si además de conseguir que alguien se ría consigo quitarle un peso de encima, pues miel sobre hojuelas.

En tu libro escribes “52 tips para la paz mental”, ¿cómo nace la idea de empezar a escribirlos?

Nace del hartazgo de perder el tiempo con los cuatro trolls de siempre. Un día me di cuenta de que determinadas personas solo estaban debatiendo con la intención de desmontar lo que para ellas no estaba bien, sin intención de aprender nada ni de plantearse siquiera la opción de que pudieran estar equivocadas. Decidí que nunca más perdería el tiempo de esa manera, y nació el ‘No discutas con idiotas (ni con nadie que solo hable para tener razón)’. Viendo que ordenar esa idea me ayudaba a ponerla en práctica, decidí convertir todas las cosas de mi vida que me quitaban paz mental en un artículo, en un “Tip” al que acudir cuando algo me alterase para recobrar el estado tranquilo que me gusta.

Dinos la verdad, ¿crees que es posible encontrar la paz mental cuando eres madre? Porque si ya de por sí es complicado… ¡con hijos parece misión imposible!

Yo no sé si es posible encontrarla en esta cultura nuestra del consumismo que nos ha vendido que para ser felices tenemos que comprar mucho y todo el rato, que parece que siempre nos falta algo. Pero sí que quiero pensar que, por un lado, no existe mejor motivo para querer encontrar la paz mental que poder transmitírsela a tus hijos (al fin y al cabo, ellos recordarán la madre que eres y no la que te gustaría ser), y por otro, en todo caso, la responsabilidad de que la alcancemos o no es nuestra, no de nuestros hijos. Hay un tip en el libro, el #36 (Tus sentimientos son tuyos -y los de los demás, suyos-) que habla precisamente sobre esto 🙂

¿Qué tip o tips consideras de aplicación imprescindible para las madres?

Uno de mis favoritos es el #37: Relativiza. Creo que es fundamental ver las cosas con una perspectiva más amplia de la que tenemos delante de la nariz. El #32 (Deja de querer controlarlo todo), el #47 (Simplifica) y el #48 (Pon límites, pero ponlos donde los tienes que poner) son los que yo intento llevar siempre en el bolso.

Yo no sé si estaré más cerca de la paz mental, pero leyendo tu libro de lo que estoy segura es de que he estado varias veces al borde de un ataque de risa, ¿era esta tu intención al escribirlo?

Pues te voy a contar un secreto a voces: yo siempre he tendido a escribir tirando más a la reflexión que al humor (aunque alguna cosa de humor que había hecho antes había tenido bastante éxito). Cuando tuve la idea de los 52 tips para la paz mental, pretendían tirar también por ahí, por la reflexión. Pero una vez me puse a escribir, como en el fondo me estaba escribiendo a mí misma, acabé insultándome y tomándomelo a risa, en plan “Mari, hija, si es que pareces gilipollas”. En realidad, mi personalidad, en el día a día, tira a esto: al sarcasmo y el humor, así que la escritura fue fluida y, aunque nunca llegué a pensar “voy a escribir un libro de humor”, pues quedó así. No pude evitarlo.

En el libro le quitas hierro a asuntos como ese día que llegas a casa muerta del trabajo y acabas haciendo un sándwich de mortadela a tus hijos para cenar, por poner un ejemplo. ¿Crees que hoy en día hay mucha presión para ejercer de “madres perfectas”?

La peor presión para ser madres perfectas nos la ponemos nosotras mismas, yo creo. Aunque es difícil no hacerlo viendo las cosas que comparten otras madres en redes, que todo parece sacado de una revista de decoración, o de cocina o de lo que sea. Tenemos que ser conscientes de que eso no es real: la foto de revista se ha trasladado a otro sitio, pero sigue siendo lo mismo, un decorado. Precisamente el pasaje del sándwich de mortadela es de mis favoritos (si no el que más) del libro. Recuerdo perfectamente que lo escribí un martes con lo que me había pasado el lunes y, como decía antes, Tip #37: Relativiza. Ya basta de exigirse tanto. Vale que un sándwich de mortadela no es un plato de verduras y no, seguramente no queda bonito en instagram, pero tus hijos tienen un hogar seguro y amoroso y algo que llevarse a la boca. Y, como digo en el libro, si te parece poco les metes un plátano de postre pa que coman fruta y arreglao.

 Los consejos que das son como esa voz interior que nos habla y a la que muchas veces nos cuesta tanto escuchar. Porque la teoría nos la sabemos, pero la práctica es más complicada de aplicar, ¿verdad?

¡Son exactamente eso! Esa voz interior, tan sabia ella, que nos habla y a la que no hacemos ni puñetero caso porque nos parece que va en contra de la norma o qué sé yo. Creo que todo viene que en general nos validamos poco y, muchas veces, se nos ha enseñado que ser “educada y correcta” pasa por anular nuestra voluntad. Ya está bien: tenemos que hacernos caso. Cuando sabemos que algo está mal, decirlo. Cuando algo nos haga daño, borrarlo de nuestra vida. Cuidarnos para cuidar. Tener paz mental para ocuparnos solo de lo importante.

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Marina Borràs

Cuando era pequeña me sentaba a diez centímetros de la televisión para ver las noticias todas las mañanas antes de ir al cole. Cuando crecí un poco, se dieron cuenta de que la razón por la que me acercaba tanto al televisor era porque necesitaba gafas, aunque yo prefiero pensar que por aquel entonces ya había encontrado mi pasión: de mayor quería ser periodista. Y así fue. Estudié periodismo y comunicación política, y sigo formándome en los temas que me apasionan: educación, igualdad de género y nuevas tecnologías.

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