6 conversaciones sobre sexo a 6 edades diferentes, por Nayara Malnero

¿A qué edad debemos empezar a hablar sobre temas relativos a la sexualidad con nuestros hijos e hijas? ¿Cómo debemos hacerlo? ¿Sería conveniente esperar a que sean más mayores para abordar estas cuestiones? La psicóloga y sexóloga clínica Nayara Malnero nos habló sobre todos estos temas en el evento de Gestionando Hijos en Madrid, con su ponencia “6 conversaciones de sexo a 6 edades diferentes”.

En ella nos dio claves para hablar con nuestros hijos e hijas sobre temas que nos suelen ser complicados o incómodos. Pero, como Nayara Malnero nos contó, esto se debe a que continuamos tratando la sexualidad como un tabú.

¿Cuándo empezar a hablar sobre sexualidad con nuestros hijos?

Nayara Malnero fue tajante en su respuesta: “Ya, porque ya estás llegando tarde”. Y es que, según Nayara, “es imposible no hacer educación sexual. Porque incluso cuando son pequeños, somos modelos de lo que significa ser hombre y ser mujer para nuestros hijos”.

Pero esto es solo un ejemplo, Nayara Malnero también habló de un tema que nos preocupa mucho: ¿cómo prevenir un abuso sexual? Esto también es algo que deben aprender desde pequeños y la única manera es “sabiendo cómo es mi cuerpo, cómo tengo que querer mi cuerpo y quién lo toca o no lo toca, y que hay zonas que solo las tocan mamá, papá y el médico”.

Evitemos las mentiras en la educación sexual

Nayara Malnero nos contó que, sobre todo cuando empieza la época de “¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?”, solemos hacer dos cosas mal: escaquearnos y mentir.

Escaquearnos y evitar responder solo hace que contribuir a que el tabú se haga más grande, lo que no supone nada positivo, especialmente para nuestros hijos e hijas. Porque cuanto más grande es el tabú, también lo es la curiosidad y el morbo. Pero también la desinformación.

Y, por otra parte, utilizamos muchas metáforas cuando hablamos con los niños sobre sexualidad: abejitas, florecitas, semillitas, la cigüeña… Pero, como Nayara indica en su ponencia, “las metáforas, sin una explicación después, sin una conclusión, se quedan en mentiras. Entonces, esas mentiras llegan a la edad adulta, y la mitad de la terapia sexual es educación sexual que no se ha hecho antes”.

La distinción por género

Sobre todo cuando empiezan la primaria ya se empieza a ver con más claridad la distinción por género, los chicos con los chicos y las chicas con las chicas, un momento que, como explica Nayara, “es ideal para educar a nuestros hijos en un comportamiento sexista, machista, etc…. Salvo que hagamos lo contrario”. Por eso, en estas edades es muy importante enseñarles que “todas las profesiones son de hombres y de mujeres, que todos podemos jugar a todo, y que está bien que este niño haga esto o esta niña se vista de esta manera o tenga estos gustos”.

La preadolescencia: empiezan los cambios

Empiezan los cambios, tanto en chicos como en chicas, y parece que todo es caótico. La falta de información en esta etapa no hace más que contribuir a que todos estos cambios que se producen en el cuerpo sean motivo de descontrol, de no apreciarse a uno mismo, de ansiedad… Por eso Nayara, recordando su propia juventud, comenta que hubiera deseado que le hubieran explicado antes cómo iba a cambiar su cuerpo y cómo iba a empezar a sentirse cuando, por ejemplo, le bajara la regla o le crecieran los pechos.

Esta es una de las claves: darles la información para que estén preparados cuando llegue el momento. Por eso no deberíamos esperar, sino prevenir, prepararles y que puedan tomar el control sobre lo que va a pasar.

La adolescencia: la etapa de “nadie me entiende”

En un abrir y cerrar de ojos se han convertido en adolescentes y de repente todo es: “Mamá, papá: no tenéis ni idea”. Pero no de algo concreto, sino de todo en general. Nadie les comprende. Y aunque te desesperes a veces, tú sabes lo que es porque también te sentiste así hace algún tiempo.

Y ahora nos preocupa que salgan a las discotecas, que empiecen a tener pareja y empiecen a hacer lo que nosotros también hicimos a escondidas de nuestros padres. Por eso sentimos que ha llegado la hora, que toca abordar el tema del sexo, “tener la conversación”. Pero ellos no quieren hablar.

Si no hemos hablado con ellos hasta el momento sobre sexualidad, si hemos desaprovechado el tiempo hasta que ha llegado la adolescencia y nos ha pillado desprevenidos, ahora va a ser mucho más complicado sacar el tema a la palestra. Nayara Malnero nos recomienda, en estos casos, “si no quiere hablar contigo, no le preguntes sobre su vida íntima, pero puedes hacer algo: a veces está obligado a escucharte. Así que aprovecha pequeñas cosas que tienes todos los días: la publicidad, los videoclips… aprovechemos todo eso para que nos escuchen; si no quieren hablar, van a escuchar”.

Así que, aunque ellos no quieran hablar, tenemos que hacer de las pequeñas cosas del día a día momentos educativos y usarnos a nuestro favor, porque “que la adolescencia sea un momento de independencia no significa que no nos necesiten. Nos necesitan más todavía“.

5 Claves a tener en cuenta para hablar de sexualidad con nuestros hijos

  • Los niños preguntan sobre sexualidad como preguntan sobre cualquier otro tema. Somos nosotros los que tenemos el tabú, ellos nacen sin tabúes.
  • Está prohibido no responder. Si no sé cómo responder, busco información con él o ella.
  • Está prohibido mentir.
  • Está muy bien hacer hincapié en los peligros, pero también tienen que aprender a pasárselo bien sin riesgos.
  • Que no quieran hablar con nosotros no es excusa para que nosotros no hablemos y estemos muy atentos al modelo que les estamos dando.

Aquí os dejamos la ponencia entera de Nayara Malnero en el evento de Gestionando Hijos en Madrid, para que podáis disfrutarla al igual que la disfrutamos todos los que pudimos verla en directo.

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Marina Borràs

Cuando era pequeña me sentaba a diez centímetros de la televisión para ver las noticias todas las mañanas antes de ir al cole. Cuando crecí un poco, se dieron cuenta de que la razón por la que me acercaba tanto al televisor era porque necesitaba gafas, aunque yo prefiero pensar que por aquel entonces ya había encontrado mi pasión: de mayor quería ser periodista. Y así fue. Estudié periodismo y comunicación política, y sigo formándome en los temas que me apasionan: educación, igualdad de género y nuevas tecnologías.

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