Hoy me he levantado con pocos ánimos. Supongo que el no salir de casa ya empieza a afectarme, y es normal. Me siento agotada, siento la presión de la incertidumbre y la preocupación. Y encima se ha pasado el día lloviendo, hecho que, aunque no podamos salir a la calle, tampoco contribuye a mejorar el estado de ánimo.
Suelo intentar que mi hija no note que estoy triste, no sé por qué me empeño en que crea que yo, su madre, no siento tristeza o miedo… Supongo que lo hago porque no quiero que se “contagie” de lo que yo siento.
Pero mi niña no es tan pequeña como a veces yo quiero creer, y sabe de sobra leer la preocupación detrás de una sonrisa forzosamente fingida. Por eso cuando hoy me ha preguntado: “Mamá, ¿te encuentras bien?”, me he derrumbado. He llorado como hacía tiempo que no lloraba, mientras mi hija me abrazaba y me decía que no pasaba nada, que estaba bien llorar de vez en cuando.
Puede que parezca una tontería, pero que ella me haya “dado permiso” (en cierto modo) para expresar lo que sentía en ese momento me ha liberado, he visto que mi hija tenía toda la razón y que no me estaba haciendo ningún bien a mí misma si guardaba lo que me estaba angustiando.
Cuando me he calmado le he explicado a mi hija a qué se debía mi estado de ánimo y hemos tenido una conversación larga y tendida, de la que puedo sacar varias conclusiones importantes. La primera es que mi niña se está convirtiendo en una adolescente competente y responsable de la que estoy tremendamente orgullosa. La segunda es que cuando guardamos nuestros sentimientos no desaparecen, sino que se acumulan. Por eso he roto a llorar cuando mi hija me ha puesto delante una verdad como un templo: “Está bien llorar de vez en cuando”. Claro que sí.
Y la tercera conclusión que saco del día de hoy es que, si somos conscientes de lo que sentimos, estamos más cerca de poder cambiarlo o de poder disfrutarlo. Pero, para ello, es imprescindible ser conscientes.
Cuéntanos tu historia y así elaboraremos todos juntos un diario de confinamiento con niños en el que podamos compartir nuestro día a día. Escríbenos a: info@gestionandohijos.com.