Diario de un confinamiento con niños 10: Historias de balcón

Ayer, tras la cita obligada de las 20:00h para aplaudir por la sanidad pública (y por todo el personal sanitario, trabajadores de supermercados, farmacias…), nos quedamos un ratito sentados en el suelo de nuestro balcón, los cuatro, charlando y observando.

Soy madre de dos hijas gemelas de 8 años, Paula y Victoria, dos niñas de las que me siento tremendamente orgullosa, ¡y a las que nunca se les acaban las pilas! Lo que más me gusta de ellas es que tienen una imaginación sin límites, que sacan a pasear en cualquier momento, y que les ayuda a evadirse o librarse del aburrimiento. Y también a nosotros.

Ayer en el balcón, sentados en el suelo mirando a través de la barandilla, Paula me preguntó si conocía a alguno de los vecinos que viven en el edificio de enfrente. Le dije que no, que ni siquiera me había fijado demasiado en ellos hasta que nuestro contacto con el exterior se limitó a salir al balcón y observar el mundo desde esta pequeña ventana.

Entonces Victoria propuso que nos inventáramos una historia por balcón, y a todos nos pareció una idea magnífica. Decidimos que la vecina mayor del primero se llamaría María José, porque según mis niñas tenía cara de llamarse María José (y no hay más que hablar). Intuimos que tenía unos 60 años, que no había tenido hijos y que su perrito le daba la compañía que necesitaba.

En este momento Paula señaló que en nuestra historia imaginaria podríamos poner otros personajes que hicieran compañía a María José, ya que le daba penita que en momentos así estuviera sola. Mi marido aprovechó para explicar a mis hijas que lo que sentían en estos momentos por María José, una mujer que ni siquiera conocían y que probablemente tampoco se llamara María José, se debía a la empatía, a que estaban poniéndose en el lugar de esta mujer y haciéndose una idea de lo que podía sentir en estos momentos.

Volvimos a entrar al salón y decidimos que, mientras mi marido y yo hacíamos la cena, mis hijas escribirían todo lo que se les ocurriera sobre la vida de María José y luego lo comentaríamos. Y haríamos lo mismo todos los días, hasta que nos cansáramos. Quién sabe, a lo mejor así se dan cuenta de que les gusta escribir y, sin darnos casi ni cuenta, están encontrando su pasión. O a lo mejor no, y este nuevo juego solo dura unos pocos días. Lo que tengo claro es que, sin lugar a dudas, cuando todo esto acabe, estos pequeños momentos son los que recordaré y me harán sacar una sonrisa.

Cuéntanos tu historia y así elaboraremos todos juntos un diario de confinamiento con niños en el que podamos compartir nuestro día a día. Escríbenos a: info@gestionandohijos.com.

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Educar es todo

Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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