Raúl llega un día a casa con una camiseta, cuyo estampado es una enorme hoja de marihuana. La reacción de sus padres no se hizo esperar, lanzando una batería de preguntas encabezadas por: “¿Quién te ha dado eso?”. Raúl responde que nadie se la ha regalado, sino que se la ha comprado él con sus ahorros. Esta respuesta “descoloca” mucho más a sus padres, haciendo saltar todas las alarmas en cuanto a la idea del uso sobre las drogas que pueda tener Raúl y el hecho de que pudiera estar consumiéndolas.
Ante semejante situación, el único objetivo de sus padres es que Raúl se quite esa camiseta, no sólo por el qué dirán sino porque de esta manera dejarían de ver algo que no entra en sus planes: que tal vez su hijo había empezado a fumar porros y a juntarse con “malas” compañías.
En la actualidad el consumo de cannabis se está extendiendo, aumentando el número de consumidores jóvenes y esto se debe no sólo a los efectos positivos de la sustancia sino que existen rituales asociados a su consumo en grupo, además de una industria alrededor, con muchos artículos y objetos para su consumo.
En la mayoría de los casos, en los primeros consumos los jóvenes empiezan a ver lo positivo de la sustancia no sólo por los efectos que les produce sino porque además se empiezan a formar unas creencias en su mayoría de veces erróneas de lo puede significar consumir drogas. Esta fase es la que podemos llamar “luna de miel”, no ven la parte negativa sino todo lo contrario: la sustancia presenta su lado más amable. Los jóvenes se inician de una manera esporádica, principalmente en grupo, en la mayoría de los casos siendo una práctica inicial placentera, positiva y atrayente, además con la falsa creencia de “yo controlo”.
En este periodo es difícil que los padres nos demos cuenta de los primeros consumos y se nos hace difícil pensar que nuestros hijos pueden estar tomando drogas.
La magia es algo maravilloso, no sólo hace que veas lo que el mago quiere que veas, distrayéndote de la realidad, una realidad que tiene truco, precisamente lo que no se ve.
Empezar a enseñar a nuestros hijos que no todo lo que se ve es genial y atrayente sino que detrás hay un truco que es el que nos hace pensar sólo en lo positivo. Los padres tenemos la labor educativa de dotar a nuestros hijos de herramientas para que puedan ver aquello que no se ve, aquello que no es real y hacerles ver que a medio y largo plazo lo que en realidad ocurre.
No se trata de convencer sino que ellos y ellas se vayan dando cuenta del truco final, haciendo dirigir su mirada en los detalles.
Pero, ¿qué es la magia y cómo puede ayudar a nuestros hijos en la prevención del consumo de drogas? Si leemos su definición podemos darnos cuenta de algo interesante: conjunto de trucos y habilidades con los que se hacen juegos de manos, cosas sorprendentes y extraordinarias como hacer aparecer y desaparecer objetos, personas o descubrir cosas ocultas.
De eso se trata, de ayudar a nuestros hijos a descubrir las cosas que no se ven. Los adolescentes y jóvenes son tremendamente sensibles y vulnerables a noticias y productos en el mercado, expertos en hacerles captar su retina, además de muchas conversaciones de ciertos temas dentro de su grupo de iguales o diferentes grupos.
Si además juntamos las modas y creencias asociadas a ellas, las posibilidades que los adolescentes tengan conductas de riesgo respecto al consumo de drogas aumentan.
NO es lo que se ve, sino lo que supone y las consecuencias que tiene. Ellos y ellas deciden muchas veces en función de lo que ven sin indagar más allá de sus decisiones. Por ello es importante educar a nuestros hijos que aprendan a responder más que a reaccionar. A que puedan tener una actitud crítica y sean capaces de ver las cosas desde otra mirada. Una mirada más crítica y responsable.
Nuestros hijos tienen un maravilloso poder que tenemos que enseñarles a usar. El poder de decidir dónde y con quién estar, y el poder de modificar el ambiente si allí donde están no están a gusto o se ven en la obligación de decidir cosas que ellos no quieren.
Llevar una camiseta con una hoja de marihuana no deja de ser una moda, pero sí es importante enseñar a nuestros hijos lo que hay detrás de esa moda. La magia es eso…