Ya hace varias semanas que las medidas del confinamiento empezaron a relajarse progresivamente y los niños y niñas españoles pudieron salir a la calle. Sin embargo, en muchos hogares se repite una misma estampa: hay niños que no quieren salir, prefieren quedarse en casa.
¿Qué está ocurriendo con estos niños? El otro día hablamos con la psicóloga infantil Silvia Álava sobre esto y nos comentó que unos de las causas que podía estar haciendo que los niños y niñas prefirieran no salir, a pesar de llevar tanto tiempo confinados, era el miedo.
La situación actual ha hecho que los niños y niñas reciban información sesgada de la realidad (lo que escuchan de nosotros, fragmentos de los informativos…). Además, los estímulos que reciben hacen que la sensación de inseguridad e intranquilidad aumente. Por estos motivos, entre otros, nuestros hijos puede que hayan desarrollado cierto miedo por salir a la calle, por contagiarse o simplemente porque perciben el exterior como un lugar inseguro, y por lo tanto, su casa como el espacio donde se mantienen a salvo.
Si en casa estáis pasando por esta situación, os dejamos varias recomendaciones y recursos que seguro os vendrán muy bien:
- La psicóloga Úrsula Perona nos contaba en una entrevista que “los padres deberíamos, de una forma tranquila y transmitiéndole mucha calma, en estos escenarios que les provocan ansiedad, explicarles qué puede pasar si se da esta situación. ¿Qué puede pasar si el niño se contagia? Pues vamos a darle información, que además sea verídica, adaptada a su edad y filtrada”. Úrsula hace hincapié en una comunicación abierta, fluida y sincera con nuestros hijos e hijas, porque si conocen la información (según su edad) e interiorizan las medidas de seguridad que deben llevar a cabo, se sentirán mucho más seguros.
- La recomendación de la psicóloga infantil Silvia Álava hace referencia a validar la emoción de nuestros hijos e hijas. “Eso implica decirle: entiendo que tengas miedo. Todas las emociones son lícitas, sentimos lo que sentimos y nadie debe de juzgarlo. Decirle: no tengas miedo no es un buen comienzo, dado que, si él o ella tiene miedo, no se sentirá comprendido”. Un buen inicio para comenzar el acercamiento y abrir un punto de encuentro podría ser: entiendo que tengas miedo. Es normal tener miedo, porque llevamos mucho tiempo escuchando que hay que tener mucho cuidado con el coronavirus y que nos podemos infectar o contagiar a los demás. Sin embargo, si salimos con cuidado, con mascarilla, no tocamos nada… no nos va a pasar nada.
- Cristina Gutiérrez, autora de Entrénalo para la vida y directora de la Granja Escuela de Santa María de Palautordera, nos ofrece un recurso maravilloso por si tenemos esta situación en casa. Se trata de el cuento El nuevo virus de la valentía: “Un cuento escrito e ilustrado por Cristina Gutiérrez Lestón, para la vuelta de los niños a la calle. Probablemente estamos sintiendo, como sociedad, como familia y como persona, más miedos que nunca. Por este motivo necesitamos un nuevo y potente virus, la Valentía, para contrarrestarlo”. En este enlace os lo podéis descargar en pdf de forma totalmente gratuita.
- Por su parte, Raquel de Diego, de conciliafam, hace referencia a la indefensión aprendida. “Se trata de un término acuñado por Martin Seligman, para explicar qué le ocurre a la mente cuando una persona o animal se enfrenta a una situación negativa de la cual no puede salir “aprende” a adaptarse a ella, a normalizarla, a mantenerse indefensa. Incluso cuando la situación cambia y puede salir tomando su libertad. Puede que el hecho de que no puedan juntarse en la calle con otros niños para jugar motive a seguir jugando en sus casas, con lo que ya tienen, con quienes ya conocen, con su rutina”.
Además, Raquel de Diego hace hincapié en que “el movimiento, el juego al aire libre, la extensión de la mirada no solo tiene que ver con un aspecto fisiológico. M. García Vela nos dice que “cuantas más oportunidades damos a un niño para que se mueva, más favorecemos el desarrollo global de su inteligencia y más bases sólidas ponemos para futuros aprendizajes””. Y afirma que “creo que deberíamos pensar en ello, la infancia es la edad sagrada de nuestras vidas, y es necesario cuidar de las necesidades de nuestros niños. Esta es una de ellas”.
Raquel nos recomienda el audiocuento de Jorge Bucay, “El elefante encadenado”, alineado con esta “indefensión aprendida”