Hay ciertos momentos en los que – ya sea porque hemos tenido un día complicado, que nos sintamos muy agobiados o porque le hemos repetido a nuestro hijo/a cuarenta veces lo mismo – acabamos dando un grito (o varios), con la vena del cuello apuntito de explotar y el modo “no puedo más” activado.
Pero cuando se nos pasa un poco, cuando logramos tranquilizarnos, nos sentimos fatal. La culpa nos reconcome y nos sentimos como monstruos, como malas madres. ¿Os sentís identificadas?
El otro día Amaya de Miguel, fundadora de Relájate y Educa, dio un webinar en el que nos habló sobre esto, una situación que nos resulta muy familiar. La cuestión reside en que, si nos sentimos tan mal tras gritar a nuestros hijos, ¿por qué continuamos haciéndolo? Amaya apuntó a una razón principal: “No tenemos otras herramientas”. Y este fue el propósito del webinar, dotarnos de herramientas que podamos usar en estas situaciones y que no implican acabar enfadadas y a gritos.
La primera clave que nos dio Amaya de Miguel es que relajemos un poco esa culpa que sentimos y no nos machaquemos tanto, que “seamos un poco comprensivos, porque a veces las situaciones familiares son complicadas y que, de vez en cuando, todos perdemos el control”. Ahora bien, Amaya hizo hincapié en que “una cosa es que esto ocurra de vez en cuando, y otra es que sea nuestra forma habitual de relacionarnos en casa”.
En este sentido, Amaya de Miguel nos propone cuatro herramientas que necesitamos para no perder el control con nuestros hijos e hijas:
1. Serenidad
“¿Cómo vas a estar serena si tienes que teletrabajar, ocuparte de las tareas de tus hijos, cocinar, las labores de la casa…?”. Además Amaya nos pregunta: “¿Qué lugar ocupáis en vuestra lista de prioridades?, ¿estáis los primeros en vuestra lista o siempre os dejáis para lo último?”. Las respuestas de las personas que vieron el webinar en directo eran claras: “Soy el último mono”, “ni siquiera estoy en la lista”, “siempre me dejo para lo último”. Respecto a esto, Amaya nos mandó un mensaje muy importante “si tú te cuidas, si consigues estar bien, vas a conseguir esa serenidad para estar bien en casa. Hagámonos una promesa: soy mi prioridad, me voy a cuidar”.
2. Liderazgo
Como apunta Amaya de Miguel, es muy importante que los adultos de la familia seamos los líderes. Esto significa que tenemos que “tener un tipo de liderazgo que no sea ni permisivo, ni autoritario. Pero para eso tenemos que llevar nosotros la dirección, conseguir que ellos nos sigan”. Tenemos que llevar nosotros el mando, porque nosotros sabemos lo que nuestros hijos necesitan, y ellos saben lo que “desean”. “Y no pasa nada si algunos de sus deseos son frustrados, por ejemplo si quieren ver la tele y no se quieren ir a la cama, pero deben hacerlo”, nos explica Amaya. “Para que este liderazgo sea consistente necesitamos ritmos claros, normas claras para toda la familia y que no haya arbitrariedad”.
3. Observación
“Llevamos unas vidas tan ajetreadas, que estamos muy desconectados de nosotros mismos, de lo que ocurre en casa…”, apunta Amaya de Miguel. Tenemos que observar a nuestros hijos, qué está pasando que se repite todos los días, qué problema puede haber detrás de la conducta que están mostrando nuestros hijos y qué podemos hacer al respecto. Lo que no podemos hacer es todos los días ante el mismo problema apagar el fuego conforme podamos y esperar a que el día siguiente se produzca la misma situación, para atajarla también de la misma forma.
4. El cambio, el compromiso
Como nos indica Amaya, tenemos que comprometernos a cambiar, a poner de nuestra parte. Somos nosotros, los adultos, los que tenemos en nuestras manos la posibilidad (y la obligación) de realizar los cambios que sean necesarios para que la educación, el clima familiar, la conexión… vaya en beneficio de nuestros hijos, de nosotros, de la familia. Y para ello hemos de comprometernos.
Estas son, a grandes rasgos, las claves que nos dio Amaya de Miguel en este maravilloso webinar, pero si queréis saber más sobre cada una de estas claves y conocer también las preguntas de la gente que lo vio en directo y las respuestas de Amaya, preparad papel y boli. Aquí os lo dejamos. ¡Que lo disfrutéis!