Es la pregunta del millón. ¿Cómo podemos mejorar nuestra calidad de sueño, nuestra higiene y, en definitiva, conseguir dormir bien cada noche?
Sabemos que el descanso es algo fundamental. No solo para nosotros, sino también para nuestros hijos. Y por eso hemos de saber cómo lograr que el sueño de toda la familia sea reparador, que podamos descansar, lo que se traduce al fin y al cabo en una vida más plena y más feliz.
La psicóloga Patricia Ramírez lo tiene claro. “El sueño es algo muy personal y cada uno tenemos que observar las actividades que nos activan y las que nos ‘desconectan’ para poder llegar a la hora de dormir lo más relajados posibles y conciliar fácilmente el sueño”. En este sentido, una vez que conozcamos nuestras necesidades y las de nuestros hijos podremos aplicar una buena higiene del sueño y unas buenas rutinas que repetiremos cada día a fin de lograr ese ansiado descanso reparador.
Aún así, hay elementos comunes que ayudan a conciliar ese sueño. Y entre ellas están las siguientes:
- El ejercicio físico. “Favorece mucho la calidad del sueño, pero si a nosotros o a nuestros hijos nos cuesta conciliarlo, lo recomendable es no practicarlo a última hora de la tarde”, nos explica Patri.
- Meditación. “Realmente es una opción maravillosa, pero realizarla justo antes de dormir no está indicada porque requiere un esfuerzo cognitivo que nos activa, así que hemos de practicarla a otras horas”.
- Evitar actividades ‘estimuladoras’ como los videojuegos con luces y sonidos o los juegos de mesa que requieren de concentración una o dos horas antes de ir a la cama.
- Alimentación. “Hemos de vigilar las digestiones, los alimentos que nos sientan bien y nos ayudan a dormir y sobre todo la hora de la cena, que en nuestro país es tardísima. Nuestros hijos acaban cenando a las diez de la noche cuando esa es la hora tope a la que se tendrían que estar acostando. Es una barbaridad el horario que seguimos a veces marcado por actividades extraescolares o por retrasar las cenas, el baño y la hora de dormir”, nos recomienda la psicóloga.
- Habitación adecuada: sin luz, sin ruido, cómoda y con una buena temperatura
- Horario rutinario: a partir de una determinada hora, Patricia nos recomienda realizar las mismas actividades cada día, que pueden estar marcadas por la cena, una ducha de agua caliente, un momento de conversación y desconexión…