En la actualidad, la sociedad se enfrenta a una situación alarmante en relación con la salud mental de los más jóvenes. La falta de una correcta Educación Emocional ha generado un escenario donde la depresión, el miedo, el bullying, los suicidios y las autolesiones son cada vez más frecuentes.
Ante esta preocupante realidad, es fundamental enseñar de manera urgente a nuestros hijos y alumnos habilidades de inteligencia emocional que les permitan gestionar de forma adecuada sus emociones y enfrentarse a las “circunstancias adversas de la vida, que no suelen estar bajo nuestro control, pero sí podemos regular lo que nos hacen sentir”, explica Cristina Gutiérrez, experta en Educación Emocional y creadora del Método La Granja Ability training center©.
Actividades para trabajar la inteligencia emocional
Para abordar esta problemática, es esencial implementar programas de educación emocional en las escuelas, que pueden incluir talleres, actividades prácticas y apoyo emocional personalizado. Pero antes de esto, la especialista Cristina Gutiérrez insiste en que “lo primero por lo que tenemos que empezar es en nosotros, los adultos, pues si no sabemos gestionar de manera positiva lo que sentimos, será muy difícil que se lo enseñemos a nuestros alumnos”.
Asimismo, nos sugiere que recurramos a “libros, dinámicas, actividades y a cursos para trabajar la inteligencia emocional en el aula porque hoy en día hay un montón de recursos por todos lados”. De hecho, en la web de La Granja podéis encontrar muchos gratuitos que os serán muy útiles.
No obstante, a continuación os damos algunas ideas que podéis llevar a cabo con vuestros alumnos para ayudarles a comprender y a regular sus emociones.
- Juego de reconocimiento emocional: Los alumnos pueden jugar a reconocer diferentes emociones a través de expresiones faciales o representaciones gráficas.
- Diario emocional: Los niños pueden llevar un diario en el que escriban o dibujen cómo se sienten cada día y las situaciones que desencadenaron esas emociones.
- Meditación y relajación: Realizar ejercicios de meditación y relajación en el aula para ayudarles a conectarse con sus emociones y aprender a gestionar el estrés.
- Role-plays: Los estudiantes pueden representar distintas situaciones en las que se requiere el manejo de las emociones, practicando la empatía y la resolución de conflictos.
- Juego de la empatía: Los jóvenes pueden ponerse en el lugar de otras personas y tratar de comprender cómo se sienten en determinadas situaciones.
- Actividades de expresión emocional: Los alumnos pueden utilizar diferentes formas de expresión como la música, el arte o el teatro para expresar y canalizar sus emociones.
- Debate y discusión en grupo: Fomentar el diálogo y la escucha activa entre los niños para que puedan expresar y entender diferentes puntos de vista, así como aprender a respetar y gestionar las emociones propias y ajenas.
- Actividades de resolución de conflictos: Plantear situaciones conflictivas y trabajar en grupo para llegar a soluciones pacíficas y justas, fomentando la empatía y la comunicación asertiva.
- Círculo de agradecimientos: Pueden sentarse en un círculo y expresar agradecimientos a sus compañeros por acciones específicas que han tenido durante la semana.
- Dinámicas de autoconocimiento: Los alumnos pueden realizar actividades que les permitan reflexionar sobre sus fortalezas, debilidades, valores y metas, favoreciendo así su desarrollo personal y emocional.