Llevamos más de un año sintiendo la pesada carga de la pandemia y centrando el foco en lo que NO se puede hacer. Pero no nos gusta que cunda el desánimo. Por eso parece importante poner el foco en las cosas que sí podemos hacer para disfrutar del tiempo en familia, educar con una cierta alegría y crecer todos en bienestar y salud a pesar del virus. Os proponemos a modo de recordatorio seis cosas que podemos hacer en familia para disfrutar del tiempo libre en plena pandemia.
1. Podemos disfrutar de la naturaleza
Pepa Horno, en una reciente entrevista, llamaba al sol y al aire “antidepresivos naturales” y nos recomendaba “salir de casa, que nos dé el aire”. Heike Freire, en una ponencia , nos invitaba a recordar nuestra infancia y se mostraba convencida de que buena parte de “los recuerdos de la infancia están relacionados con la naturaleza”. De hecho, la experta nos recomendaba “mirar y observar cómo está tu hijo después de pasar tiempo en la naturaleza y compararlo a cómo está cuando pasa unas cuantas horas mirando una pantalla. Seguramente estará más contento, más feliz, más entusiasta, más motivado”. Además, asegura que “está comprobado que la naturaleza estrecha muchísimo los vínculos entre padres e hijos y con la comunidad, nos permite sentirnos parte de un cuerpo más grande que es la Tierra”.
2. Podemos fomentar la socialización y el juego al aire libre
Nuestros hijos no tienen por qué perder su necesaria socialización si quedamos al aire libre. De hecho, decía Pepa Horno en la entrevista citada, que sería deseable que las autoridades “permitan a las familias pasar tiempo juntos y espacios en los municipios donde puedan encontrarse al aire libre” y nos recomendaba vivamente “no nos quedemos en casa. El aislamiento es uno de los peligros más importantes que afrontamos ahora mismo”. Heike Freire, en otra entrevista, cree que debería “preocuparnos más que nuestro hijo satisfaga su necesidad de juego al aire libre antes de insistirle en que haga los deberes”. Reunirse en pequeños grupos en lugares no muy concurridos y dejar a los niños jugar, encontrarnos con los abuelos al aire libre en espacios no concurridos, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones sanitarias, sin duda mejorará el bienestar y la salud global de nuestros hijos e hijas, y de toda la familia (abuelos incluidos)
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3. Podemos buscar nuevas formas de estar cerca de las personas que no podemos ver
Muchos niños y niñas llevan desde el verano sin ver a sus abuelos o tíos porque viven en otra comunidad autónoma o sin ver a familiares porque tienen una salud más delicada. Podemos buscar y aprender nuevas formas de mantener el contacto y cuidar esas relaciones, como las videollamadas, las aplicaciones que permiten echar una partida de algún juego de mesa clásico en formato online (como Parchís Star, Hundir la Flota, el Uno, el Rummikub, el Catán o el Trivial. Podemos además fomentar que nuestros hijos e hijas escriban cartas a la personna querida que no pueden ver.
3. Podemos practicar un deporte en familia
Estamos muy de acuerdo con Pepa Horno cuando afirma que otro de los “antidepresivos naturales” es el movimiento. “Bailemos, caminemos, vayamos a la montaña o al mar, lo que tengamos más cerca, o al parque cercano a casa”, nos invita la psicóloga. Ir en bici, practicar baloncesto, fútbol o tenis, bailar en casa… Todo esto puede ayudarnos a mantenernos en movimiento, combatir el sedentarismo y la apatía, mejorar nuestro estado de salud físico y emocional…
4. Podemos seguir aprendiendo cosas nuevas y ponernos retos
Tal vez nuestros hijos hayan visto eliminadas de su día a día actividades extraescolares que antes llenaban su tiempo. Pero esto no significa que no podamos aprender actividades nuevas o cultivar aficiones. Practicar la escritura, pintar, cocinar algún plato nuevo, jugar a algún juego que no conocíamos, pintar su habitación de otro color o hacer alguna manualidad chula pueden ser actividades divertidas que realizar en familia. O incluso los adultos podemos ponernos esos retos de aprender cosas nuevas para dar ejemplo.
5. Podemos disfrutar del poder de las historias
En libros, series o películas, podemos disfrutar de historias para evadirnos, aprender, disfrutar, conocer otros mundos, hablar sobre emociones… En nuestra web encontraréis muchas recomendaciones de películas, series y libros que disfrutar con vuestros hijos según su edad. Leer con ellos algún libro a turnos es, como nos decía Jaume Centelles en una ponencia, “un buen regalo que les podéis hacer. Se trata de abrir la puerta, adentrarse en el libro y viajar por todos los mundos”.
6. Podemos hablar de cómo nos sentimos
Ofreciéndoos estas ideas de cosas que SÍ podemos hacer no pretendemos tapar las emociones que pueden despertar en nuestros hijos (y en nosotros y nosotras) el tiempo que llevamos viviendo en pandemia. Es normal que nuestros hijos e hijas (y sus padres y madres) estemos hartos, cansados, pesimistas, enfadados… Hablar de estas emociones, ponerles nombre y legitimarlas (comprenderlas y entender el derecho que tenemos a sentirnos así) puede ayudar a llevar esta pandemia y todo lo que no se puede hacer de la mejor manera posible. Ni que decir tiene que, si hemos sufrido una pérdida en la familia en este último año, legitimar esas emociones y hablar sobre ellas con empatía y respeto, siempre que nuestros hijos quieran y sin forzar, es imprescindible.