Muchos de nuestros hijos pueden tirarse horas sentados frente a los apuntes o haciendo sus deberes. Terminan cansados, se distraen fácilmente en el proceso y ni siquiera eso significa que hayan aprendido lo que les correspondía ese día. Sin embargo, existe una técnica que ha demostrado ser altamente efectiva en la gestión del tiempo y la maximización del rendimiento: el método Pomodoro.
En qué consiste el método Pomodoro
Inspirado en un temporizador de cocina en forma de tomate, el método Pomodoro es una técnica de gestión del tiempo que divide el trabajo en intervalos de tiempo fijos, conocidos como “pomodoros”. Cada pomodoro consta de 25 minutos de trabajo intenso y concentrado, seguido de una breve pausa de 5 minutos. Después de completar cuatro pomodoros, se puede tomar una pausa más larga de 15 a 30 minutos. Durante estos intervalos de tiempo, el estudiante se compromete a enfocarse exclusivamente en la tarea asignada, minimizando las distracciones y aprovechando al máximo su capacidad de concentración.
La belleza de este método radica en su simplicidad y flexibilidad. Puede ser aplicado a cualquier tipo de estudio, ya sea la preparación de exámenes, la redacción de trabajos académicos o la revisión de material de estudio. Además, puede adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante, permitiéndoles ajustar la duración de los pomodoros según su nivel de atención.
Cómo funciona el método Pomodoro
Se puede utilizar en muchos escenarios, incluso lo podemos usar los adultos, pero para el estudio sería la siguiente dinámica:
1. Elegir el tema o asignatura a la que se le va a dedicar el tiempo.
2. Utilizamos un temporizador. En el caso de nuestros hijos, es mejor un reloj de arena o de cocina, y lo ponemos durante 25 minutos. Durante ese tiempo deben concentrarse y hacer la tarea que habían planificado, sin parar.
3. Una vez que terminado el tiempo, volvemos a poner el temporizador, pero esta vez durante 5 minutos y deberán invertirlo en descansar. En el transcurso de ese tiempo, nuestros hijos pueden levantarse, beber, moverse, realizar pequeños juegos como botar una pelota, etc. Pero lo fundamental es que no lo dediquen a estar con el móvil u otro aparato electrónico.
4. Repetimos estos ciclos de 25 minutos + 5 minutos 3 veces más, es decir, hasta que hayamos realizado 4 ciclos en total o lo que es lo mismo, dos horas. Pasado ese tiempo el descanso deberá ser más largo, de unos 30 minutos. Y de nuevo, nuestros hijos no pueden estar con el teléfono o la Tablet.
El tiempo de estudio varía en función a la edad que tengan nuestros hijos. No es lo mismo un adolescente que puede focalizar su atención durante 25 minutos y que necesita más tiempo para estudiar, que un niño de 7 u 8 años que se está iniciando en el estudio. En este último caso, se podrá acotar los tiempos y la duración total.
Aquí podéis descargar la infografía con el recurso de forma gratuita.
Beneficios del método Pomodoro para nuestros hijos
-Mejora la concentración.
Al dividir el trabajo en intervalos de tiempo cortos y definidos, el método Pomodoro ayuda a nuestros hijos a mantener la atención en la tarea asignada. El compromiso con la tarea durante los 25 minutos de trabajo ininterrumpido fortalece su capacidad de concentración y les permite profundizar en el contenido de manera más efectiva.
-Incrementa la productividad.
Al trabajar en ráfagas cortas de tiempo, se vuelven más eficientes en la ejecución de tareas. La presión de completar la tarea dentro del pomodoro asignado les motiva a aprovechar al máximo cada minuto, evitando la procrastinación y logrando resultados más significativos en menos tiempo.
-Combate el cansancio mental.
Las pausas periódicas después de cada pomodoro permiten que nuestros hijos descansen brevemente y recarguen su energía mental. Estas pausas les brindan la oportunidad de despejar la mente, evitando el agotamiento y mejorando su capacidad para mantener el enfoque a largo plazo.
La aplicación constante del método Pomodoro permitirá a nuestros hijos utilizar su tiempo de manera más eficiente y lograr resultados tangibles. Su nivel de concentración y productividad aumentará significativamente y, con el tiempo, su capacidad para mantener la atención en sus estudios se fortalecerá.