Ayer María Jesús Álava Reyes nos habló de padres y madres que educan solos y se sienten desbordados. Dejar el sentimiento de culpa de lado, escuchar las verdaderas necesidades de nuestros hijos (que pasan, fundamentalmente, porque sus padres estén bien), saber pedir ayuda y sonreír a la vida son las claves que esta experta ofreció para educar mejor.
María Jesús Álava Reyes sabe que una de las principales preocupaciones de padres y madres es la falta de tiempo. Por eso nos dice que “lo primero es no agobiarse por la falta de tiempo, lo importante es la calidad”. Por su dilatada experiencia, sabe además que padres y madres solemos juzgarnos muy severamente y sentirnos culpables. Por eso afirma que “nos encontramos muchos padres y madres que ya se han suspendido previamente. Y sin razón. Porque se entregan”. Queriendo disipar la culpa de las cabezas de familias monoparentales, María Jesús nos comentó que “los hijos educados solos son más resilientes y a veces más autónomos”. Y nos subrayó: “Si estamos solos, no nos pidamos cubrir dos papeles, estaremos continuamente insatisfechos”.
María Jesús confesó que, por su experiencia, “los niños no piden tanto” y preguntó al público qué creen que piden nuestros hijos: quieren que sus padres estén tranquilos y felices, que los escuchemos, que estemos orgullosos de ellos… “Los niños”, subrayó María Jesús, “quieren vernos bien. Un niño no puede vivir sin esperanza”, pensando que el futuro es muy duro y difícil.
Ante la falta de tiempo, María Jesús nos brindó una idea de llevar un registro de las actividades y rutinas diarias y el tiempo que nos lleva realizarlas, para identificar fugas de tiempo. También propuso, en otro momento, acabar con las peleas por las rutinas premiando al niño con atención solo si ha hecho las tareas a la primera. Así, asegura, perderemos menos el tiempo. Esta experta preguntó a los asistentes si al cabo del día les quedan 30 minutos para ellos. El resultado no sorprendió: los hombres contestaron que sí, y las mujeres se rieron. Por eso, María Jesús tocó otro tema central en la educación de los hijos: “el sentimiento más común de las madres es el agotamiento. Es un problema enorme de gestión del tiempo”. Por eso, la experta nos advirtió contra la proliferación de extraescolares en la agenda de nuestros hijos: “los niños necesitan tranquilidad y nosotros también. A veces, cuando preguntamos a los niños qué quieren, nos responden “que me borren de tantas extraescolares””. Todo esto lleva a pensar a esta psicóloga que los niños “no tienen tiempo para pensar solos. No digo estar con maquinitas. Digo pensar solos. Y eso les va a hacer muy dependientes”.
María Jesús nos animó a educar en la coherencia al decirnos: “No prometáis lo que no podéis cumplir. Perdemos autoridad ante los hijos”. Y se mostró partidaria de apostar por el tiempo de calidad al afirmar que lo único que no podemos delegar es “lo fundamental: esos momentos fantásticos de cercanía” y conexión con nuestros hijos. Pero eso sí, tenemos que aprender a aceptar y pedir ayuda porque así “`podemos controlar el estrés y el cansancio”
La culpa fue un elemento central de su charla. Nos llegó a decir que “nos sentimos culpables porque nos juzgamos constantemente y somos nuestros peores jueces”. Y recordó que “la culpa es inútil, no va unida a una acción y nos hace manipulables”. Por eso, nos recomendó “aprender a perdonarse y aprender de los niños, que no suelen sentirse culpables”. Quizá es un aprendizaje más complicado para las mujeres, que suelen perdonarse menos, pero María Jesús nos advirtió de que “la peor sensación para los niños es una madre infeliz”.
¿Cuáles son las reglas de oro de esta experta para disfrutar educando?
La madre perfecta o el padre perfecto no existen. Debemos asumir nuestras limitaciones y no fustigarnos por nuestros errores. Confiemos en nosotros y en nuestros hijos. Disfrutemos de momentos de calidad y hagamos mimos y cariños a nuestros hijos. Corrijámosles sin humillarles. No les gritemos ni, por supuesto, les peguemos. Aprendamos a quererles como son. Recordemos todos los días las cosas buenas que nos aportan. Nos cuenta en este punto María Jesús que por su experiencia en consulta sabe que “los niños y niñas dicen muy a menudo que sus padres o madres no suelen decirles nunca lo que hacen bien”. Usemos el sentido del humor: “Es una tragedia no hacerlo”. Y apostemos por el sentido común. Si son diferentes, tratémosles de manera diferente. Para Álava Reyes es un error pretender tratar igual a todos nuestros hijos. Es muy importante no transmitirles la idea de que su felicidad depende de los demás, porque les haremos muy infelices. Y la conclusión de esta experta con tantos años de experiencia es: “Observemos a nuestros hijos. Ellos saben lo que necesitan”.
María Jesús respondió con generosidad las dudas de muchas madres, algunas de ellas separadas o divorciadas, que educaban en solitario y eran “las malas”. Con gran sensibilidad, esta experta les llegó a decir que, siendo las malas, “les estáis salvando la vida a vuestros hijos”.