La empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos y perspectivas de otras personas. Consiste en ponerse en el lugar de los demás y entender sus emociones, necesidades y motivaciones. A veces resulta más simple, y otras veces implica un gran desafío ya que implica una habilidad para comprender los sentimientos de los demás y responder adecuadamente a ellos.
La empatía es una habilidad fundamental en las relaciones interpersonales, ya que permite a las personas conectarse con los demás y comprender mejor sus puntos de vista y necesidades. A veces nos cuesta más conectar con nuestros hijos que con un compañero de trabajo, una amiga, o hasta un desconocido ¿Fuerte no? Eso sucede porque se produce un estado emocional que es contagioso, el cual muchas veces tiene que ver los intereses, la motivación la relación, y la paciencia.
Por ello, como familia ¿qué te gustaría contagiar para ayudar a que quienes te rodean sean personas más felices, plenas y contentas consigo mismas?
Resulta que los cerebros de los seres humanos están conectados como si sus mentes estuviesen al alcance de la señal de un wifi neuronal: todos nos vinculados por un módem. Seguramente te ha pasado que si una persona bosteza, automáticamente ¿también bostezas? o en el jardín de infantes suele suceder, si un niño comienza a llorar, ¿lloran todos? ¿Se ha tentado de la risa y tentó́ a otra persona? Mirando una serie ¿sentiste que te pasaba lo mismo que al actor? Esta es la respuesta al porqué las emociones, ciertos movimientos e, incluso, las intenciones son contagiosas. Más que el covid.
Las neuronas espejo son la base de la empatía y, por lo tanto, de nuestro comportamiento social. En los niños este sistema se desarrolla junto con el sistema motor, por lo que son observables a muy temprana edad. Nos observan contantemente entonces ¿cómo podemos ser más empáticos?
Te comparto 5 acciones que van ayudarte:
- Escucha activamente: Presta atención a lo que la otra persona está diciendo y haz preguntas para entender mejor sus sentimientos y perspectivas.
- Pregúntate cómo te sentirías en su lugar: Trata de imaginar cómo te sentirías si estuvieras en la misma situación que la otra persona y trata de entender cómo se siente. (Recuerda: sé el adulto que necesitabas cuando eras niño)
- Reconoce y valida sus sentimientos: Valida los sentimientos de la otra persona sin juzgarlos o minimizarlos. Asegúrate de que sientan que sus emociones son importantes y válidas.
- Ofrece ayuda y apoyo: Si la otra persona necesita ayuda, ofrécesela. Haz lo que puedas para apoyarla.
- Muestra compasión: Muestra que te importa y que te preocupas por la otra persona. Demuestra comprensión, y hacele saber que estás ahí para ayudarla y apoyarla en lo que necesite.
“Somos responsables de cómo determinamos los sentimientos de las personas con las que interactuamos, para bien o para mal”