Carmen Cabestany: “Falta voluntad por parte de las autoridades para sensibilizar y hacer planes de prevención contra el acoso escolar”
Carmen Cabestany es profesora, secretaria de la Asociación NACE (No al Acoso Escolar) y estará con nosotros en Barcelona para sensibilizarnos sobre el acoso escolar, un tema sobre el que, advierte, “falta mucha concienciación”.
En la ponencia que pronunció en Madrid Carmen puso encima de la mesa unos datos desconocidos para la gran mayoría de la sociedad: un 26% de nuestros niños, lo que equivale a unos dos millones de menores, sufren acoso escolar. Y contra esta lacra Carmen se ha querido batir informando, sensibilizando, asesorando y también exigiendo una intervención por parte de las autoridades. En esta entrevista, la profesora nos asegura que “falta mucha concienciación, falta mucha información y falta voluntad por parte de las autoridades para sensibilizar, hacer campañas, hacer planes en serio de prevención. No es consicente muchas veces el propio acosado que es víctima de acoso escolar, no lo detectan los padres ni los profesores y la sociedad no sabe del tema”.
Las mejores herramientas con las que padres y madres podemos combatir el acoso escolar las tenemos bien a mano, según nos cuenta Carmen, pues son “una buena comunicación, cercanía, mucho cariño. Que les preguntemos, que conozcamos sus amigos, cómo es su estancia en el colegio, que creemos puentes en la comunicación para que eso facilite que si hay algún problema el niño nos lo diga”. Además, esta profesora comprometida nos invita a “informarnos sobre el tema”, leyendo o acudiendo a las asociaciones y los profesores. Precisamente sobre la relación con los profesores Carmen aboga por entablar “una relación de cercanía fácil entre la familia y la escuela para actuar al unísono en beneficio del menor”.
La asociación NACE defiende que debemos estar alerta ante algunas señales como “cambios de nuestros hijos (si está más agresivo, si ha bajado en las notas, si viene sin material), si nos dice que no quiere ir al colegio, que por favor no le llevemos, y si tiene el cuerpo encogido, la mirada sin alegría”.