Canciones para padres, madres e hijos: “Cuando Pedro llegó”, de Pedro Guerra
Pedro Guerra dedicó sendas canciones a sus dos hijos, ambas publicadas en 2008 dentro de su álbum Vidas: “Lara” (de la que hablamos aquí) dedicada a su primogénita, que tenía entonces con 14 años, y esta de la que hablamos hoy: “Cuando Pedro llegó”, dedicado a su hijo pequeño, que contaba con dos años de edad cuando la canción se publicó. En ella, Pedro Guerra festeja la llegada de su hijo, cuando “hubo fiesta en las flores, /se inundaron los cauces de todos los ríos. /Y al unísono todas las voces /hablaron de amor”.
Pedro Guerra nos habla del embarazo con mucha ternura: “La ilusión se hizo latido / y el latido un garbancito en su interior. / Poco a poco el garbancito tuvo dedos, / labios, ojos, corazón. / La inquietud golpeaba el nido, /culebrillas en el vientre de mamá. /Y la resta de los días /fue sumando vida contra la ansiedad”
Y también del parto: “La emoción cuadró su rumbo, /la cabeza entre los pliegues del amor /rompió en la luz un mes de julio /y el tic tac del mundo dio su aprobación. /La ilusión cumplió sus cuentas /del latido a la caricia del dolor. /La mirada que despierta /guarda en su inocencia todo lo que soy”.
La letra dice así:
La ilusión se hizo latido
y el latido un garbancito en su interior.
Poco a poco el garbancito tuvo dedos,
labios, ojos, corazón.
La inquietud golpeaba el nido,
culebrillas en el vientre de mamá.
Y la resta de los días
fue sumando vida contra la ansiedad.
Se brindó en las tabernas, se encendieron farolas
en pueblos perdidos.
Y las musas brindaron canciones
cuando Pedro llegó.
La emoción cuadró su rumbo,
la cabeza entre los pliegues del amor
rompió en la luz un mes de julio
y el tic tac del mundo dio su aprobación.
La ilusión cumplió sus cuentas
del latido a la caricia del dolor.
La mirada que despierta
guarda en su inocencia todo lo que soy.
Hubo fiesta en las flores,
se inundaron los cauces de todos los ríos.
Y al unísono todas las voces
hablaron de amor.
Se brindó en las tabernas, se encendieron farolas
en pueblos perdidos.
Y las musas brindaron canciones
cuando Pedro llegó.
¡Que disfrutéis de un domingo lleno de tanta ternura como esta canción!