El vídeo viral de Naim Darrechi que nos hace reflexionar sobre el consentimiento y la necesidad de la educación afectivo-sexual

Es probable que ya hayáis visto el vídeo protagonizado por Naim Darrechi, conocido influencer y tiktoker español, que ha recorrido las redes sociales como la pólvora en los últimos días.

En este vídeo, fragmento extraído de una entrevista realizada en el canal del youtuber @mostopapi, Naim afirma mantener relaciones sexuales sin preservativo y eyacular dentro de las chicas, a las que miente diciendo que es estéril porque se ha operado para ello.

La gravedad de estas afirmaciones incrementa todavía más, si cabe, cuando nos fijamos en el número de seguidores que tiene Naim Darrechi (26.8 millones en TikTok), un público esencialmente joven que está recibiendo este mensaje y tomándole como referente. Muy preocupante.

Tenemos que hablar del consentimiento

Podemos extraer diversas conclusiones de las declaraciones del joven tiktoker:

Por un lado, la sensación de falsa seguridad que rezuma al hablar sobre los métodos anticonceptivos. Naim afirma no “poder” usar condón, habla sobre no haber dejado nunca embarazada a ninguna chica, pero en ningún momento hace referencia a las enfermedades de transmisión sexual que pueden estar jugando también un importante papel en estas relaciones sexuales. El único riesgo que existe al no usar protección no es el embarazo, pero parece ser que las ETS no suponen una preocupación para él… y deberían.

Por otro lado, urge recalcar el factor del consentimiento. Muchísimas personas que hemos visto este vídeo nos hemos escandalizado al escuchar las declaraciones de Naim, pero él mismo lo cuenta con una naturalidad increíble, de hecho parece incluso que se sienta orgulloso de mentir a las chicas con las que se acuesta y presumir de ello en un entorno de “colegas”. Lo que Naim Darrechi debería saber (así como todos los jóvenes) es que el consentimiento para tener relaciones sexuales no lleva implícito el consentimiento para mantenerlas sin protección. Es decir, si una de las personas consiente tener relaciones con preservativo, y la otra decide quitárselo sin avisar (la práctica conocida como stealthing) estaría incurriendo en un delito de abuso sexual (recomendamos leer este artículo en el que hablan sobre ello). En el caso que relata Naim, las chicas con las que ha llevado a cabo esta práctica (como él mismo reconoce) no sabían que iba a eyacular dentro, por lo tanto no habían dado su consentimiento, y además al reaccionar o preguntar, recibieron la mentira de la supuesta esterilidad.

Los referentes de nuestros hijos e hijas en redes sociales

Si bien solemos conocer a las personas que se hacen famosas en redes como “influencers”, la realidad es que no todos hacen un correcto uso de la influencia que tienen entre su audiencia. No es la primera vez que Naim Darrechi es protagonista de titulares y sus comentarios recorren de forma viral las redes sociales. Hace poco tiempo también sembraba la polémica con sus declaraciones en contra del aborto, sorprendentes en su momento, pero más aún ahora después de conocer sus prácticas sexuales. Una de las frases que decía en este vídeo era: “Chiquilla, si te has descuidado y te has quedado embarazada, pues te jodes, pero no te cargues al bebé”. Declaraciones en las que responsabiliza a las chicas y mujeres por descuidarse, y que sorprenden aún más al venir de parte de quien luego reconoce no consultar con sus parejas dónde eyacula y mentirles sobre su esterilidad.

Pero Naim no es el único influencer cuyas palabras pueden estar resonando en las cabezas de nuestros hijos e hijas. Otra tiktoker española, Marina Yers (quien tiene 3’9 millones de seguidores en TikTok y 1’5 millones en Instagram), volvía a ser noticia la semana pasada por unos vídeos en los que aseguraba que le encantaba vomitar y que lo hacía 1 vez cada 2 días, ya que sentía cómo le limpiaba por dentro. Otro mensaje gravísimo que puede llegar a millones de jóvenes que, si no tienen la información necesaria, pueden acabar asimilando.

Nuestro papel como padres

No podemos impedir que estos mensajes lleguen a nuestros hijos e hijas. Porque si les prohibimos seguir a estos influencers, les llegarán por boca de sus amigos, o de las canciones que escuchen, o de películas que vean… o de otros tantísimos estímulos que van a recibir y que escapan a nuestro control. Nuestra tarea aquí como madres y padres debe centrarse en tres aspectos fundamentales que les hagan rechazar por sí mismos estos mensajes, en lugar de acogerlos entre risas y asumirlos como correctos.

1. La educación afectivo-sexual:

Que debe ir de la mano de las familias y de las escuelas. Una educación que les enseñe qué es y qué no es el consentimiento, que les ayude a forjar relaciones sanas, a ser responsables afectivamente, que les hable de los peligros que puede tener el sexo, como las enfermedades de transmisión sexual o los embarazados no deseados, pero que también les permita conocerse, estar preparados para la pubertad y sus cambios, conocer las diferentes orientaciones sexuales y respetarlas o no asimilar la pornografía como una realidad, entre tantísimos otros beneficios.

2. Fomentar el pensamiento crítico:

No podemos seleccionar los mensajes que llegan a nuestros hijos, pero si fomentamos su pensamiento crítico, ellos mismos serán capaces de discernir entre lo que es correcto y lo que no, a lo que se deben acoger y lo que deben rechazar. Nuestra misión es que aprendan a pensar por sí mismos y no se vean influenciados ni por su entorno, ni por los influencers (valga la redundancia) de moda. Y esto solo podemos conseguirlo desde casa.

3. Educar por y para la igualdad:

Debemos proporcionar a nuestros hijos e hijas una educación basada en el respeto, que destierre las etiquetas y los estereotipos, y que persiga la igualdad. Tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos para que al oír las palabras de Naim piensen que lo que dice es una atrocidad y, por supuesto, que nunca se les pase por la cabeza hacerlo ellos mismos.

La educadora social Marina Marroquí dijo en uno de nuestros eventos que “no hemos conseguido ser la generación que erradique la violencia de género, pero tenemos la responsabilidad de educar a la generación que sí lo consiga”. Lo mismo ocurre con los abusos sexuales, la desigualdad de género, la opresión a colectivos como el LGTBI, el racismo, el bullying… y todas las lacras sociales cuya principal solución está en nuestras manos: la educación.

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Educar es todo

Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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