5 hábitos de un directivo eficaz de los que podemos aprender para hacer de la familia un buen equipo

De la mano de Empresas Saludables, analizamos los rasgos de un directivo eficaz que nos pueden venir bien en casa, porque en casa nos toca liderar un equipo. Gestionar bien el tiempo, no olvidar la misión y el objetivo a largo plazo, basarse en las fortalezas de los miembros de equipo, priorizar y tomar decisiones tras escuchar son algunas claves.

5 hábitos de un directivo eficaz de los que podemos aprender para hacer de la familia un buen equipo

En Gestionando Hijos tenemos claro que el mundo profesional y el familiar pueden crecer y alimentarse mutuamente con aprendizajes cruzados de competencias y habilidades comunes, como la comunicación asertiva, la planificación, la gestión del talento, la capacidad de construir un buen clima en nuestro equipo… De esto ya hablamos cuando presentamos nuestras 10 razones  por las cuales las empresas deberían apoyar la labor educativa de su plantilla como padres y madres.  Ahora, de la mano de Empresas Saludables, analizamos los rasgos de un directivo eficaz que nos pueden venir bien en casa, porque en casa nos toca liderar un equipo, ¿verdad?. 

En un artículo en esta web, Diego Posada nos cuenta qué buenos hábitos tiene el directivo eficaz:

1.- Saber el valor de su tiempo y analizar en qué lo gastan. Por eso, Diego nos anima a analizar las tareas que realizamos en ese tiempo, eliminar las que no estén dando resultados y delegar. Los padres y madres sabemos que gestionar el tiempo es tremendamente importante cuando educamos, para no acabar superados, estresados o agotados. La psicóloga infantil Silvia Álava no duda en afirmar que uno de los principales problemas que dicen tener los padres es “la falta de tiempo” y que eso nos hace “muchas veces hacerles las cosas nosotros, en lugar de fomentar la autonomía”. Por eso analizar los “ladrones de tiempo” es una propuesta de Silvia Álava, que nos dice, ante esta sensación de que no llegamos a todo y que los niños tardan mucho más en hacer las cosas: “Tenemos que pararnos y ver en qué se nos está yendo el tiempo. Yo les digo a los padres que hagan un horario y digan qué están haciendo en cada momento, así descubriremos los ladrones del tiempo. También debemos ser realistas: en ocasiones hemos cargado a los niños con una cantidad de actividades tal que luego no tienen tiempo libre pata disfrutar”. Ser realista con el tiempo, saber delegar y dejar que nuestro equipo (nuestros hijos o los profesionales que forman parte de él) hagan las tareas que ya son capaces de hacer por sí mismos y eliminar tareas o formas de hacer que nos roben tiempo son las claves para gestionar mejor el tiempo en la oficina y en casa.

2.- Centrarse en el por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo, tratando de no enredarse con el flujo diario de acontecimientos. María Soto lo expresa muy bien cuando en un taller nos contó que “los problemas que vivimos ahora van en el “pack de niño y son retos que superar. El futuro que queremos es un proceso y el destino no lo podemos perder de vista. Está claro que los niños se van a equivocar (o se “van a portar mal”), pero nuestros hijos deben tener claro que “importo a mamá más que todas las veces que me equivoco”. ¿Cómo te gustaría que fueran tus hijos en el futuro? ¿Qué valores te gustaría que tuviese? ¿Qué relación querrás que tenga contigo? ¿Con qué actitud te gustaría que viviera su vida? Esa es la misión de tu labor educativa, que no tienes que perder de vista.

3.- Basarse en fortalezas de cada uno para potenciar a su equipo. “Las organizaciones y los equipos son más efectivos cuando la gente contribuye según sus fuerzas”, nos dice Diego Posadas. Y las familias, que son un equipo, también. Ya nos contaba Noelia López-Cheda, que estará con nosotros el 17 de diciembre en Madrid en su post “Eduquemos niños extraordinarios” que hay que dar “más valor a aquellas cosas en las que destacan que aquellas cosas en las que no. Porque en el momento en que apoyemos aquello en lo que son buenos y cada vez lo sean más, la sensación de autoconfianza, la autoestima y la autonomía aparecerán de manera gradual. Les reconozco constantemente de palabra a los dos aquello que hacen bien e incluso destacan. Siempre desde el punto de vista de “tienes una habilidad, tienes un regalo que se te ha dado, aprovéchalo”.

4.- Saber priorizar. Decidir qué es lo que hay que hacer y en qué orden de importancia es muy importante para liderar bien. Por eso, Javier Urra, el primer defensor del Menor, nos decía en una entrevista que para educar “hay que saber priorizar lo esencial. Los expertos de AEIOU Coaching tienen claro qué es lo esencial en la educación de nuestros hijos: “La relación es lo primero”.

5.- Toman decisiones eficaces después de escuchar opiniones. Fomentar la participación en el equipo en la toma de decisiones y hacer que todos sus miembros se sientan escuchados es fundamental para que el equipo funcione bien. Como nos decía María Soto en esta entrevista, los niños quieren  “formar parte activamente en la familia. Tienen muchísimo que aportar desde su imaginación desbordante, su capacidad para ilusionarse y esa manera nueva de mirar al mundo. Nuestro mayor reto es sustituir las luchas de poder en la familia por colaboración desde el respeto y la confianza”.

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Educar es todo

Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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