Escenas educativas 51: “Queridos Reyes Magos”
Ahora que llega la Navidad y nuestros hijos están mirando con ojos embelesados los catálogos de juguetes, Eliezer Marrero (podéis visitar su blog aquí) se pone en la piel de un niño de nueve años que escribe una carta a los Reyes Magos para invitarnos a reflexionar sobre los valores que transmitimos con el consumismo y el “si te portas bien los Reyes Magos te traerán muchas cosas” de estas fechas.
Tengo 9 añitos, soy Elyan, y esta es mi otra carta a los Reyes Magos:
Por fin ha llegado ese momento, el gran día del año, donde los sueños se materializan en paquetes que, de distintas formas y colores, se adueñan de los árboles de Navidad de cada casa. Me dicen desde hace años: “si te portas bien, te traen los regalos que pides, pero si te portas mal, te traerán carbón”.
Parece un chantaje, estimados Reyes, pues, podría pensar que quieren comprar mi comportamiento con regalos, en vez de enseñarme realmente el valor de intentar dar lo mejor de mí, pues ese es el gran regalo que nos podemos hacer a nosotros mismos y a los demás.
Tengo ciertas dudas, porque a muchos amigos que conozco de familias humildes no les llegan todos los regalos igual que a mí, ¿por qué pasa esto, si ellos también se portan bien?
A mí me dejáis regalos también en otras casas como las de mis dos abuelos, tíos, madrina y padrino… Son muchos regalos, porque me porto bien. Ya he aprendido a llamar a sus casas, para preguntarles si los Reyes me han dejado regalos. Cuando me dicen “no” le digo a mami y a papi que mejor vamos otro día, y así vamos donde sí haya regalos para mí. El año pasado hice recuento y fueron 20 paquetes para mí solito.
Cada año, mis papis y yo, ponemos todos los regalos en la cama, para cuando vienen visitas, que los vean y luego ponemos una foto en Facebook con todos mis regalos. Me siento como si tuviera que ganar una competición, pero tal vez, el trofeo sea yo, y no me he dado cuenta.
¿Acaso lo que tengo se convierte en lo que soy? Porque si no tuviera nada, ¿quién soy?
Ahora en serio, preferiría que me quitaseis un poco y se lo regalaseis a Juan y Yeray. Me da pena que su cama no esté tan llena como la mía de regalos y se suelen meter con ellos por eso los otros amigos de clase. Creo que es por sus exámenes en clase. Sus familias les han dicho que si no sacan buenas notas no les traeréis buenos regalos. Ellos se esfuerzan y van a su ritmo. Pienso que es mejor valorar eso que una evaluación numérica de un boletín de notas. ¿Os lo pensáis, por favor?
Otra cosita es que me ayudéis a entender qué debe suceder el 6 de enero. Pensé que era el día en el que los niños ocupaban las calles para jugar con su familia y amigos, pero lo único que ocupa las calles son cajas y envoltorios de juguetes apilados junto a los contenedores. A lo mejor, podríais evitar dar, por ejemplo, videojuegos este día, porque muchos de mis amigos prefieren quedarse jugando al Gran Theft Auto ( +18 años), que salir a jugar conmigo con los patines.
Por último, quiero daros las gracias, por trabajar codo con codo, con las grandes jugueterías. Este año mis papis me dieron un catálogo de una de ellas con más páginas que el cuento que leíamos antes de dormir para que marcara con una “X” los juguetes que me gustaría TENER. Es como si fueseis unos reyes magos a la carta y mola mucho. Antes de acabar, quiero deciros que no termino de asimilar la recogida solidaria de juguetes en el barrio. Me dijo mami que debíamos coger juguetes que no usáramos (algunos están rotos) para que los Reyes Magos se los dieran a los niños pobres, ¿a ellos no les regaláis juguetes nuevos?
Muchas gracias a los tres. Quedo esperando, con intriga, vuestras respuestas.
Con mucho cariño, Elyan