Simplifica tu vida (y la de tus hijos) para aligerar la cuesta de enero

Sin duda la cuesta de enero cuesta. Así que para aligerarla, te aportamos unas ideas para simplificar tu vida y la de tus hijos. Ir con menos prisa, reconocer la importancia del juego libre y del aburrimiento y entender que la mejor preparación viene del interior y no de una agenda cargada son algunas de las claves.

Simplifica tu vida (y la de tus hijos) para aligerar la cuesta de enero

Nuevo año, nuevos propósitos, vuelta a la rutina y el esfuerzo de devolver nuestros cuerpos y nuestras casas a la normalidad después de los excesos festivos (comilonas, regalos…), vuelta a las prisas, a las agendas repletas… Sin duda es muy elocuente llamar a esta etapa “cuesta de enero”. Porque cuesta, cuesta lo suyo. Así que para aligerarla y ayudarte a plantearte nuevos propósitos, reflexionamos acerca de la corriente “Simplicity Parenting” (Educar con sencillez) de la que ya hablamos aquí. Te aportamos unas claves por si quieres incorporarlo en tu día a día.   

Kim John Payne es el autor detrás del movimiento Simplicity Parenting, del que ya nos habló Fernando Botella en el taller Orientar es mágico, cuando nos quiso hacer reflexionar sobre la necesidad de “simplificar la vida de los niños. Encontrar el talento depende muchas veces de quitar lo que sobra”. Kim John Payne ha trabajado muchos años como consejero y formador para colegios y familias. Su punto de partida es que en la sociedad actual “educar a nuestros hijos se ha convertido en un deporte competitivo, como una carrera armamentística” en la que cada familia busca tener más uy más armas, más y más juguetes, libros, pantallas, actividades extraescolares, para preparar a nuestros hijos para el futuro. Entonces “llenamos sus agendas, los presionamos, les damos demasiados juguetes, demasiados libros, demasiadas pantallas”, nos dice Kim. Y de este modo, podemos hacerlos adictos a estos excesos, nuestros hijos se sienten presionados, no se sienten a salvo porque no saben quién está al mando en esa cascada de cosas externas… “La sociedad nos dice: esto es normal. Pero nuestras tripas nos dicen que algo no va bien”, nos dice Kim. Para este experto, esto es una “guerra no declarada contra la infancia”, que no tiene tiempo para sentarse tranquilamente, para aburrirse, para escuchar su mundo interior. Para Kim, el secreto está en “darles espacio para equilibrar el mundo exterior y el mundo interior”.

Aquí damos algunas claves para simplificar tu vida en familia, algo que Kim considera que no puede ser muy complicado porque está, de algún modo, en la naturaleza de nuestros hijos:

Prepararlos  para la vida desde su interior, no desde fuera

Kim dice que los padres y las madres vivimos en medio de una loca carrera armamentística para armar a nuestros hijos con recursos externos para prepararse para el futuro. Y les dejamos poco espacio para escucharse, para contemplar, para ser creativos y para cultivar su resiliencia, que es la capacidad que tenemos para afrontar retos y sobreponernos a las dificultades… Dejarles tiempo sin hacer nada, solo pensando, animarles a “superar miniproblemas y así serán capaces de superar grandes cosas”.  

Catherine L’Ecuyer, autora del bestseller Educar en el asombro,   se preguntaba ante una comisión del Congreso de los Diputados¿más es mejor?” Más estímulos a través de la estimulación temprana, más horas lectivas, más deberes, más extraescolares, más pantallas, adelantar la escolarización formal, etc. ¿Todo eso es mejor? Los últimos estudios neurocientíficos nos indican que ‘más NO es mejor’. Hemos de olvidarnos del paradigma conductista, que reduce el niño a un ente pasivo, a un cubo vacío que vamos llenando con un bombardeo continuo de informaciones fragmentadas.  Ese modelo lleva al conformismo, a la inercia, al déficit de pensamiento, a la pérdida del interés por aprender, y por lo tanto directamente o indirectamente al fracaso escolar”.

El neuropsicólogo Álvaro Bilbao, que condujo un taller sobre creatividad, nos decía que “si quieres que tus hijos alcancen sus sueños, dales tiempo libre para soñar”. 

Echar el freno y confiar en tus instintos y los de tus hijos

Quizá sea necesario rebajar expectativas, aligerar un poco los horarios y, desde luego, abandonar la carrera sin sentido para “darles” cuantas más actividades y más estímulos externos mejor y siempre rápido, con mucha prisa. Porque, como nos decía Noelia López-Cheda en nuestro último encuentro, vivimos en un mundo “hiper competitivo con una gran incertidumbre, es un nuevo escenario que nos aterra” y por eso “tenemos miedo de que nuestros hijos no lo hagan bien o fracasen. No confiamos en ellos”.

Si tus tripas, o las de tus hijos, tal como señala Kim, te dicen que por ahí no vas bien, si llegas sin aliento al final del día, si tus hijos se quejan de que no tienen tiempo para jugar, quizá quieras plantearte un cambio en las prioridades.

Adereza el día a día con aburrimiento y juego libre

No parece descabellado decir que los horarios estrictos con poco tiempo para jugar e imaginar no hacen felices a los niños, no responden a sus necesidades y, además, no les preparan para cultivar su ingenio, su creatividad y su autonomía, capacidades, todas ellas, que serán necesarias para un futuro en el que realizarse. Como decía Catherine en la intervención ante la comisión del Congreso, “imaginemos una sociedad en la que el juego tenga un papel clave en la infancia. Imaginemos unas personas acostumbradas desde pequeños, a buscar retos que se ajusten a sus capacidades. Habría más emprendedores, más innovación, más creatividad. Habría más motivación interna, más interés por aprender y por trabajar”.

“Hemos olvidado en los tiempos modernos el maravilloso regalo que es el aburrimiento. Dejad que nuestros hijos se aburran, porque 20 minutos más tarde surge el juego creativo”, dice Kim John Payne. En su ponencia en nuestro encuentro en Madrid en 2015, Heike Freire nos animó a dejar de tener miedo al aburrimiento: ““José Bergamín decía que el aburrimiento es la perla de la ostra. Ese momento de no saber qué hacer, que en nuestra sociedad  nos cuesta mucho aceptar, porque tenemos que estar constantemente haciendo, es un momento de creatividad”. “Nunca he visto a nadie que se muera de aburrimientoes simplemente una etapa para poder empezar a crear”.

¡Feliz cuesta de enero, esperamos que ahora más ligerita! 😉


 

Imagen de portada: Annie Spratt /Unsplash

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Educar es Todo es un proyecto cuyo objetivo es colaborar con madres y padres en su labor educativa. Uno de los pilares fundamentales de una buena sociedad es apoyar la tarea de las madres y padres que lideran los hogares y la educación de sus hijos. Por eso, queremos acompañarlos en este apasionante viaje educativo, aportando ideas, reflexiones y estrategias que les ayuden a conseguir ese objetivo, que entendemos que es el de todos. Esperamos que también el tuyo.

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