Maite Vallet: “Educar es un reto fascinante, que a veces nos resulta difícil, desconcertante, pero que sin duda podemos afrontar”
Maite Vallet es pedagoga, formadora de madres, padres y profesores. Fue fundadora y tutora del Colegio María Montessori, de Madrid. Es autora de Atrévete con su infancia, Atrévete con su niñez, Atrévete con su adolescencia. Es asesora de padres, madres y profesores y creadora de un método de trabajo en equipo en las escuelas (basado en el aporte personal y la ayuda mutua) que, asegura, mejora la convivencia escolar y el desempeño académico. Es una de las expertas que nos ha ayudado a elaborar el Pacto por la educación en equipo, un compromiso de 11 puntos que implica a padres, madres y profesores a colaborar de manera estrecha y consciente por un objetivo común: la educación de nuestros hijos y alumnos.
De acuerdo con tu experiencia de asesora y formadora de padres y profesores, ¿cuáles son los principales retos de padres, madres y profes en la educación de nuestros niños?
El reto principal es guiarles (sin imponernos ni sobreprotegerles), para que puedan enfrentar su vida. Viene a ser algo así como enseñarles a vivir sin nosotros, siendo ellos mismos, desarrollando su personalidad, sus cualidades, sus propios retos. Para enseñarles a desprenderse tendremos que impulsarles a ser cada vez más autónomos, más independientes y a convivir siendo solidarios. Tendremos en cuenta que, en cada etapa de la vida, estamos diseñados para emprender retos diferentes. En la infancia aprenden a ser autónomos jugando solos y con otros niños y afrontando sus actividades diarias: comer y vestirse solos, ocuparse de su higiene, dormir en su cama, ordenar sus juguetes y objetos personales… En la niñez pueden aprender a organizar su espacio y su tiempo de estudio, el de sus actividades diarias y de colaboración familiar, y su tiempo libre. En la adolescencia están preparados para aprender a aislarse dentro de casa a la vez que colaboran con su familia, y para salir con sus amigos sin sus padres. Ellos pueden desarrollar un programa de vida para el que están preparados en potencia, el reto de padres, madres y profesores consiste en ayudarles enseñándoles cómo lograrlo. Otro reto es enseñarles a convivir: saber controlarse, defenderse, pedir ayuda, colaborar, compartir, dialogar, establecer acuerdos, pactar, resolver sus conflictos…
¿Por qué te has sumado al Pacto por la educación en equipo?
Porque creo firmemente que al trabajar en equipo conseguimos unos resultados muy superiores al resultado obtenido al trabajar cada uno por su lado.
¿Qué es teach&team? ¿Qué actividades realizáis y con qué propósito?
Es la empresa creada para difundir una manera de educar que se basa en el trabajo en equipo. Enseñamos a afrontar el aprendizaje escolar, la educación emocional y en valores, y la convivencia solidaria, para el logro del desarrollo integral de niños y adolescentes. Formamos y asesoramos, mediante charlas, talleres y numerosas publicaciones, a padres, madres y profesores; también a cualquier persona dispuesta a vivir de acuerdo con sus sentimientos, sin someterse a los mandatos sociales, haciéndose respetar y respetando a todos.
¿Cómo se pueden trabajar en equipo las materias escolares, tal como propugnas?
Hay que organizar la clase en equipos de cuatro o cinco alumnos y enseñarles a trabajar en equipo. Después de la explicación del profesor, todos realizan una actividad para comprobar que interiorizaron el concepto explicado. Siempre parten de la reflexión personal y de un trabajo individual que después contrastan con sus compañeros. Los distintos puntos de vista y el intercambio de opiniones enriquecen el aporte de cada uno. El profesor guía el proceso de aprendizaje enseñándoles a ayudarse unos a otros. Se basa en el aporte personal y la ayuda mutua, para que todos alcancen los objetivos propuestos en cualquier área. Los alumnos adquieren, amplían y profundizan sus conocimientos confrontando opiniones en pequeños grupos.
¿Qué claves darías a padres, madres y a profesores para educar con ilusión?
Me parece fundamental decidir educar con ilusión, sin culpabilizarnos, pensando que tratamos de hacerlo lo mejor posible. Cometemos errores, es normal, somos humanos, lo que debemos hacer es tratar de rectificarlos. También me parece muy importante formarnos y pedir ayuda cuando sentimos que necesitamos el apoyo de alguien que nos trasmita seguridad. Educar es un reto fascinante, que a veces nos resulta difícil, desconcertante, pero que sin duda podemos afrontar. Si lo asumimos, disfrutaremos inmensamente el proceso de crecer de nuestros hijos y alumnos.
Dices que es fácil acabar con el acoso escolar trabajando en equipo con la clase. ¿Nos podrías dar algunas claves?
Se trata de involucrar a todo el grupo de alumnos en la resolución de cualquier conflicto, también para acabar con una situación de acoso. Habitualmente, cuando surge un conflicto, se trata de resolver mediando entre el agredido y el agresor, dejando a un lado al resto de niños. Mi propuesta se basa en trabajar con la “mayoría silenciosa”, que son los que ayudarán a que el conflicto, en este caso el acoso, se solucione. Se establece un tiempo semanal para que los alumnos aprendan a enfrentar los retos de su vida, a convivir y a resolver situaciones conflictivas. Se presenta un conflicto y se formulan preguntas para que reflexionen, debatan y establezcan acuerdos. Se les propone exponer su punto de vista y expresar sus sentimientos y escuchar las opiniones y los sentimientos de sus compañeros. Después acuerdan cómo comportarse estableciendo sus normas y límites de convivencia: lo que pueden hacer y lo que no deben hacer, y las consecuencias, nunca castigos, que les ayudarán a cumplir las normas que les cuestan. Posteriormente ensayan cómo deberían actuar el agredido, el agresor y el resto del grupo cuando se produce un conflicto: al ensayar el papel del agredido, aprenden a defenderse, a poner límites y a pedir ayuda. Al ensayar el papel del agresor, aprenden a controlarse alejándose de quien desean agredir y a decir lo que quieren en lugar de hacerlo. Al ensayar el papel del resto del grupo aprenden a intervenir recordándose lo pactado y exigiendo su cumplimiento.