20 historias de transformación de escuelas, gracias al compromiso de todos
¡Qué duda cabe que cuando profesores, padres, madres y alumnos trabajan en la misma dirección y con objetivos claros los resultados son impresionantes! Y para demostrarlo, os queremos invitar a la presentación de 20 historias de transformación de escuelas en Latinoamérica, un proyecto de la Fundación Telefónica y la Federación Internacional Fe y Alegría (Fundación Entreculturas en España) en el que se muestra el proceso de transformación y mejora de 60 escuelas públicas en entornos vulnerables de Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Panamá y Perú. El próximo jueves 26 de enero se presentará el libro sobre el proyecto en el que han participado más de 30.000 personas entre directivos, docentes, alumnos, familias y líderes, pues toda la comunidad educativa se ha implicado en una reflexión conjunta para la mejora permanente.
Algunos ejemplos de estas experiencias transformadoras son muy elocuentes:
En Chile, el colegio General Carlos Prats González se encuentra en una zona de altos índices de vulnerabilidad social y altas tasas de delincuencia. Gracias a un plan organizado, la comunidad educativa ha ordenado ideas y acciones y mediante un proyecto de tutorías se ha mejorado la convivencia escolar.
En Colombia, la Institución Educativa General Santander ha apostado por impulsar el uso de las TIC formando a padres, alumnos y profesores, hasta entonces poco implicados con esta apuesta del centro escolar.
En Panamá, se podría decir que el Centro Educativo San Carlos solo contaba con un proyecto educativo de centro sobre el papel. Gracias a esta iniciativa, se ha implicado a toda la comunidad educativa y los profesores han recibido formación en estrategias innovadoras. La disminución del abandono escolar y el logro de que el 100% de sus estudiantes se graduaron en 2014 avalan esta experiencia.
En Perú, al colegio Mariscal Cáceres asisten niños que han de recorrer grandes distancias para llegar al aula. Disponían de muchas actividades desordenadas que no se correspondían con las necesidades de los estudiantes y además muchas veces interrumpían su actividad por demandas del municipio. Gracias a una evaluación de las actividades que se realizaban y a incorporar una mirada pedagógica sobre las necesidades de los alumnos, se ha elaborado un plan con indicadores y con la participación de toda la comunidad educativa.
En El Salvador, el centro Antonio J. Alfaro identificó la escasa motivación de los niños en la lectoescritura. Ya que la mayoría de los padres no saben leer ni escribir, se apostó por implicarles en un proceso de alfabetización de adultos que ha dado muy buenos resultados.
¿Quieres saber más? Reserva ya tu entrada para la presentación del libro sobre el proyecto aquí.
