Cada vez más, los centros escolares ofrecen charlas de educación vial para ir concienciando a los menores de las buenas prácticas al volante. El motivo no es otro que conseguir que con 18 años, estos jóvenes que están deseando sacarse el carné de conducir, lleguen a las clases de la autoescuela con una muy buena base. Con esto no estamos diciendo que lleguen sabiendo pisar el acelerador a la vez que sueltan el embrague y sin olvidarse, al mismo tiempo, de mirar por los espejos y señalizar sus maniobras. Nos referimos a que sean individuos responsables, que conozcan las normas, que sepan qué práctica es segura y cuál no lo es cuando se ponen al volante…
Y esto, madres y padres, también depende de nosotros. Como todos sabemos, educa más lo que hacemos que lo que decimos. En este sentido, cualquiera de nuestros actos, por pequeño que nos parezca, está siendo asimilado por nuestros hijos.
Nuestros actos educan, también al volante
“Papá, no te preocupes hacia dónde camino. Preocúpate de hacia donde caminas tú, yo sigo tus pasos”. Esta frase es una de tantas las que definen la importancia del ejemplo en la educación. Si de verdad nos preocupa que nuestros hijos cojan un coche con 18 años, pongamos todo de nuestra parte los 18 años anteriores para inculcarles una buena actitud al volante.
Los niños aprenden la mayor parte de los conceptos a través de la imitación. Debemos dar ejemplo, nuestros consejos deben ir acompaños de nuestros actos. Evitar la tentación de coger el teléfono durante breves paradas (por ejemplo, un semáforo), evitar consumir alcohol si luego vamos a conducir, evitar conductas bruscas y agresivas durante la conducción. En este sentido, es importante no transmitir prisas a los más pequeños, planificar los viajes, los trayectos al cole con tiempo suficiente para poder hacerlo con calma. Respetar el paso de los peatones en las calles, los semáforos, son conductas que los niños, sin darnos cuenta, van asimilando y adquiriendo como habituales
Autopistas fue uno de nuestros compañeros de viaje en el Homenaje a la educación. Una de nuestras marcas amigas que también cree que la educación es la mejor herencia que podemos dejarles a nuestros hijos.
Ellos, que llevan años sensibilizando a los menores sobre seguridad vial, nos propusieron inculcar a los más pequeños una buena actitud en el coche utilizando el lenguaje que ellos entienden: el juego. Y, para ello, nos dieron algunos ejemplos que podéis ver resumidos en este vídeo.
Jugando se inculca educación vial
Autopistas nos ofrece algunos consejos y ejemplos para que inculquemos a nuestros niños la seguridad vial desde que son pequeños. Para que entiendan la importancia de determinadas acciones, nos proponen que hagamos símiles con actividades que realicen ellos de forma cotidiana. Por ejemplo:
- Ordenar su mochila con ordenar el maletero, mantener la fila en el recreo separados para no chocarnos, con la distancia de seguridad que deben mantener los coches…. De esta forma, les será mucho más fácil entenderlo.
- Al igual que en el colegio hay una zona para aparcar las bicicletas, cuando paremos a reponer fuerzas en las áreas de servicio, les diremos a los adultos que aparquen en los lugares indicados y ocupando solo un espacio.
- De la misma manera que cuando terminamos las clases estamos cansados y queremos merendar y descansar un poco antes de ponernos con los deberes, en un viaje ocurre lo mismo, los conductores deben parar para reponer energía.
- Los neumáticos son los zapatos de los coches. Unos neumáticos en buen estado garantizan que se adhieran con firmeza al pavimento. Por eso hay que revisarlos antes de salir de viaje.
- Igual que cada cierto tiempo cambiamos el cepillo de dientes porque está desgastado, hay que cambiar los limpiaparabrisas.
Si estos ejemplos te han sabido a poco, Autopistas nos ofrece contenidos de seguridad vial descargables para que tus hijos vayan aprendiendo de una forma divertida seguridad vial.