Niñ@s Insegur@s
En Gestionando hijos estamos preocupados por la tendencia a la sobreprotección que tenemos los padres y madres de hoy en día. Por eso no podemos estar más de acuerdo con la reflexión de María Soto, de Educa Bonito, que afirma que “los seres humanos somos totalmente dependientes en el momento de nuestro nacimiento y esta dependencia se extiende hasta que somos capaces de valernos por nosotros mismos, pero esta necesidad puede convertirse en una trampa para nuestros hijos si no somos capaces de “ir soltando” y dejarles avanzar su propio camino. Una actitud “rescatadora” o demasiado agobiante podría transmitirles la idea de que sin nosotros no son capaces y eso es un gran error. Es infinitamente más conveniente para ellos que se equivoquen, que fallen, que lleguen “a la meta” después de 4 tropezones, a que lo hagamos por ellos o incluso CON ELLOS. Es de nuestros propios errores desde donde más hemos crecido y aprendido”.
Estamos programados para crecer, para aprender de cada situación, para dominar nuestro entorno y modificarlo para nuestro beneficio. Es lo que hacemos: adaptarnos para adaptar la realidad a nuestras necesidades.
Los seres humanos somos totalmente dependientes en el momento de nuestro nacimiento y esta dependencia se extiende hasta que somos capaces de valernos por nosotros mismos, pero esta necesidad puede convertirse en una trampa para nuestros hijos si no somos capaces de “ir soltando” y dejarles avanzar su propio camino.
Su fuerza, autonomía y autoestima están en nuestra confianza y seguridad.Si somos capaces de transmitirles que SON CAPACES, que NO NOS NECESITAN, pero nos quedamos cerca, estaremos dándoles herramientas para enfrentarse a SU PROPIA VIDA.
Es común que cuando vivimos situaciones complicadas a nivel emocional nuestros hijos reflejen nuestras dudas e inseguridades en forma de miedos y dependencia exagerada: “Si Papá o Mamá tienen miedo algo muy malo está pasando”. Por eso es muy importante revisar nuestra propia estabilidad emocional y nuestros propios miedos. Una actitud “rescatadora” o demasiado agobiante podría transmitirles la idea de que SIN NOSOTROS NO SON CAPACES y eso es un gran error.
Es infinitamente más conveniente para ellos que se equivoquen, que fallen, que lleguen “a la meta” después de 4 tropezones, a que lo hagamos por ellos o incluso CON ELLOS. Es de nuestros propios errores desde donde más hemos crecido y aprendido.
A veces nuestro amor incondicional mal entendido les anula y les evita “pequeños sufrimientos” que serían su fuerza en el futuro si confiamos en que cuantas más experiencias vividas ( dentro de la integridad física y emocional, claro está) más crecimiento y mejor desarrollo de habilidades para la vida.
Si los miedos los dominan, si no quieren interactuar con otras personas, si no quieren perdernos de vista…tenemos que revisar si las experiencias que están viviendo les están haciendo sentirse CAPACES o si les estamos transmitiendo con nuestra conducta y nuestras emociones una sensación de inseguridad.
“Adelante! Tú puedes! Confía en tí! Si nos caemos volveremos a intentarlo! Nunca sale bien la primera vez!”
La mejor herencia que podemos dejarles a nuestros hijos son sus propias fortalezas, dejarles descubrir y elaborar sus propias herramientas para enfrentarse al mundo que les rodea. Autonomía. Facilitarles el camino ahora que son pequeños les complicará el futuro con baches demasiado grandes cuando no estemos para rescatarlos.