Frases que ilusionan: “Sigue tus instintos, escucha tu voz”
Cuando hablamos de las claves para ayudar a nuestros hijos a tomar buenas decisiones, el neuropsicólogo Álvaro Bilbao lo tenía bastante claro: “Es muy importante enseñarles a escuchar su voz interior” y “que la decisión final les produzca paz interior”. Animarles a escucharse, a confiar en su criterio y a actuar según su sentir es un buen modo de fomentar su autoestima, su seguridad en sí mismos y la búsqueda de su propio camino. Lo vemos con la historia de Tomás y su conflicto con sus amigos.
Tomás, de 9 años, llega un día del cole muy descolocado, ha tenido un conflicto con sus amigos de toda la vida, hijos de amigos de sus padres, y parece que se siente perdido.
–Gabriel y Lucas se han enfadado conmigo porque no les he dejado copiar de un examen que hemos hecho. Dicen que soy un mal amigo, que ellos no harían eso, que me ayudarían, que soy un egoísta… Me han hecho sentir muy mal y estoy hecho un lío – confiesa Tomás a sus padres al final de una tarde en la que ha estado muy despistado y ausente y no ha querido contestar qué le pasaba.
La madre de Tomás, Patricia, es muy amiga de las madres de Gabriel y Lucas. Por eso, su primer impulso es poner paz en la situación y quitarle hierro:
-Bueno, Tomás, no pasa nada. Seguramente estaban enfadados pero no piensan eso. Seguro que mañana volveréis a ser amigos y esto quedará olvidado.
-Ya, pero mamá, es que llevan exigiendo este tipo de favores mucho tiempo, como si fuera mi deber por ser su amigo y estoy harto. Yo no les pido favores para ser su amigo. Es la primera vez que no les dejo copiarse. Pero quiero ser su amigo. No sé qué hacer.
La madre, de nuevo, siente la tentación de no darle importancia, de hablarle de generosidad y de que los amigos no tendrían mala intención. ¡Al fin y al cabo han crecido casi juntos los tres! Pero entiende que su hijo necesita poner orden en lo que siente y escucharse más, así que decide escucharle y ayudarle a expresar lo que siente sin juzgar:
-Dices que te sientes mal cuando te obligan a dejarles copiar tu examen. ¿Qué es lo que no te gusta de esta situación?
-Me siento utilizado, me parece que usan un chantaje, y eso no me gusta.
-Tú no usas chantajes con tus amigos…
-No, ¡qué va! A mí me gustan mis amigos por lo que son, no por los favores que me hagan.
-Y crees que el favor que te piden es injusto, ¿no?
-Claro, una cosa es que me pidan los apuntes, pero copiar de un examen está prohibido, nos pueden pillar. Y ellos tienen que estudiar y aprender, esto no es bueno para ninguno de los tres. Pero no sé qué hacer.
-Pues me parece que tienes muy claro lo que tienes que hacer si te escuchas y sigues tu instinto, ¿no te parece?
Tomás, después de la conversación, parece más relajado y seguro:
-Pues sí, creo que voy a hablar con ellos. Y les voy a decir que no me gusta ese chantaje y que quiero ser su amigo sin que me pidan nada a cambio.
La madre, entonces, da un beso a su hijo y le pregunta:
-¿Ya te sientes mejor? ¿Ya no estás hecho un lío?
-No, mamá. Ya tengo claro qué hacer porque se ha deshecho el nudo que tenía en la tripa.