David Cuadrado es socio director de Viventia y es profesor de postgrados de gestión de pymes, recursos humanos y liderazgo. Es coordinador pedagógico del ICLD (International Center for Leadership Development – Centro Internacional para el Desarrollo del Liderazgo de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos). Ha escrito Coaching para niños (o mejor dicho… para padres). Su ponencia en Gestionando Hijos, con un tono desenfadado, se centró en la propuesta de planificar juegos para fomentar actitudes y habilidades en nuestros hijos.
Este experto en el mundo corporativo se planteó planificar la educación de sus hijos del mismo modo que planificaba las acciones de fomento de liderazgo y gestión de recursos humanos en las empresas. El punto de partida de la conferencia de Cuadrado fue que “no se puede aprender a montar en bicicleta sin caerse, no se puede aprender sin cometer errores”. Para hablar de lo difícil que es desmontar hábitos una vez establecidos, David invitó al público a sumar y demostró que la inercia nos puede llegar a engañar. Por eso, subrayó que “el problema es crear un hábito que vas a tener que quitar”.
David plagó su conferencia con anécdotas sobre la educación de sus hijos y nos habló de cómo fomenta la coopetencia (la cooperación compitiendo), como cuando sus hijos y él suman sus puntos en un juego en el que están compitiendo y se plantean el reto de conseguir más puntos entre todos. Tiene claro que en educación “hay que huir de las soluciones fáciles”, pero considera que lo fundamental es “pararse a pensar en qué queremos fomentar y qué es lo que tenemos que hacer para conseguirlo: jugando, experimentando, dejando que se equivoquen”. Para Cuadrado, “somos los garantes de la inteligencia ejecutiva de nuestros hijos”.
El ponente se confesó defensor del “poder que da jugar con tus hijos aprendiendo”. Hizo hincapié en que “tenemos la garantía de poder fomentar hábitos de inteligencia emocional, de confianza, de solidaridad, de creatividad. Podemos planificar actividades que nos permitan jugar con ellos y obtener una formación en habilidades, hábitos y actitudes”. David Cuadrado cree que el objetivo es “ser mejores padres para este mundo y para nuestros hijos” y concluyó diciendo que “al final todos aprendemos jugando”.