La masturbación en los niños: ¿cómo abordar el tema?

La masturbación infantil suele comenzar en los niños a los 2 o 3 años

La masturbación en los niños se trata de un tema que a muchos padres y madres les preocupa. Muchas veces porque es algo que les da vergüenza ver que hacen sus hijos e hijas, porque creen que es un desarrollo demasiado temprano de su sexualidad o porque tratan este aspecto como algo tabú.

Pero todo lo contrario. La sexualidad es un aspecto que está presente en todas las etapas de nuestra vida, también desde que los niños son pequeños.

La reacción de los padres ante la masturbación infantil

Los padres debemos normalizar estas conductas naturales de los niños. Os damos algunas claves

No debemos prohibirles que se toquen

Si el niño se toca los genitales, la solución no pasa por prohibirles hacerlo, porque les estemos mandando un mensaje de que la masturbación es mala, y cuando crezcan tendrán una relación negativa con su sexualidad.

No debemos regañarles ni apartarles la mano o los objetos

Si les regañamos o si les apartamos la mano o el objeto que tengan en sus genitales bruscamente, estarán aprendiendo que es un castigo sentir placer y que es algo que no deben hacer.

Debemos enseñarles que se debe hacer en privado

Debemos enseñarles que hay ciertas cosas que se hacen en privado: Al igual que a ir al baño para hacer sus necesidades fisiológicas, los niños tienen que ir aprendiendo que hay actos que se deben hacer en la intimidad, como es la masturbación. Debemos hacerlo con cariño y respeto, sin que piensen que hemos interrumpido su momento de placer.

Masturbación en el lactante y en el niño

La masturbación infantil es algo natural en muchos niños. Como señala este artículo realizado por las investigadoras Alice C. Thornton y Jana D. Collins en la revista académica Clinics in Family Practice, “la masturbación es un hecho común en el desarrollo de la infancia y no conlleva ansiedad negativa en el niño. Es una respuesta erótica de disfrute al tocarse y no está relacionada con fantasías o sensaciones sexuales de adultos”.

Así también concuerda la sexóloga Lara Avargues, que nos comentaba en una entrevista a Educar es Todo que “durante los 2 o 3 primeros años de vida, la autoexploración genital forma parte del proceso que sigue el niño para conocer su propio cuerpo. Es normal que al explorarse pueda experimentar cierta excitación que le lleve al descubrimiento del placer mediante la masturbación”.

Entre las edades de 6 y 9 años, a medida que ellos van adquiriendo un mayor conocimiento de sus pensamientos e ideas, se deben ir introduciendo temas sobre la sexualidad que antes no llegaban a comprender, también se les debe hablar sobre masturbación. Sin embargo, para ellos estos temas tendrán mucha connotación de vergüenza. “Los niños experimentan la pérdida de inocencia y entienden la necesidad de privacidad para conocer más sus cuerpos”, cuentan las investigadoras en el artículo en relación con la masturbación a esta edad. Sin embargo, a esta edad “la masturbación se considera algo placentero pero que no está conectado todavía con fantasías sexuales”.

Causas y edad a la que comienzan a masturbarse

Los niños se suelen masturbar tocándose ellos mismos los genitales cuando frotan entre sí sus muslos o restregándose en diferentes superficies. Según la Asociación Española de Pediatría, la edad a la que empiezan a masturbarse suele ser los 2 años, pero ya antes, sobre los 6 meses aprenden a coger objetos y pueden restregarse contra ellos para buscar placer.

Aunque nosotros asociemos la masturbación con algo sexual, para ellos no tiene esa connotación. Por una parte, porque no comprenden y no tienen desarrollado el deseo sexual. Por otra parte, porque se trata de algo exploratorio para ellos. “Lo que parece sexual para un adulto, es un acto de descubrimiento para el niño. Para ellos, la masturbación es un elemento para el autodescubrimiento y la curiosidad que les proporciona placer y satisfacción”.

Si los niños se masturban con frecuencia, puede ser motivo por aburrimiento o porque les hemos castigado porque se han tocado sus partes íntimas y quieren hacerlo más.

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Alicia Mendoza

En el camino a convertirme en periodista y comunicadora audiovisual descubrí que hay varios valores que quiero que acompañen siempre a mis palabras: el compromiso, la verdad y la igualdad. Valores que también aplico a mi día a día para contribuir a una sociedad cada vez más justa. La educación, los feminismos, los cuidados y los vínculos emocionales conforman los pilares sobre los que me formo cada día.

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