Sin duda, educar es una tarea desafiante, por momentos agotadora, que implica mucha responsabilidad y es de una gran trascendencia. Enseñarles valores, garantizar que tengan todo lo necesario para crecer bien, llevarlos al cole a la hora, a las actividades extraescolares, ayudarles a superar sus propios problemas, ofrecerles tiempo de calidad, solventar los conflictos, tener paciencia con su forma de hacer las cosas, ofrecerles una buena alimentación, cuidar su salud, su aseo y su sueño, evitar las peleas entre hermanos… La lista de tareas que tenemos ante nosotros padres y madres en un solo día parece tan larga que puede desalentar y llevarnos a preguntarnos: ¿cómo podemos disfrutar educando?
En nuestra Plataforma Gestionando hijos, la experta en innovación educativa Heike Freire responde de una manera muy clara: la educación “no es una actividad en sentido único, de padres a hijos”, sino que hay “muchas lecciones sutiles y profundas que nuestros hijos nos ofrecen cada día”, como por ejemplo la alegría y entusiasmo que contagian, su curiosidad por el mundo, lo rápido que se les pasan los enfados, la generosidad, las formas divertidas de hacer las cosas… En definitiva, si queremos disfrutar educando tenemos en casa a unos maestros.
Para educar y poner normas no hay que sufrir tanto, “se pueden conseguir muchas cosas jugando, pero siempre tendemos a educar con el modelo que hemos recibido en casa, el aquí mando yo”, cuenta la psicóloga experta en deporte Patricia Ramírez en otro de nuestros vídeos exclusivos. Y es que “tenemos infravalorado el juego porque lo asociamos a la conducta irresponsable. Pero el juego es un método de aprendizaje que permite adquirir conocimientos en un ambiente relajado y lúdico en el que uno no se siente evaluado. Todo lo que se aprende jugando se entiende, retiene y reproduce mejor, está demostrado”. Así, si te peleas con tus hijos para que sean un poco más formales en la mesa, puedes proponerles el juego de comer como príncipes o princesas o, si te cansa que nunca hagan las cosas a la primera, puedes organizar un campeonato por puntos que se lleva quien hace las cosas sin tener que repetirlas mil veces.
Y es que lo cierto es que muchas veces padres y madres nos solemos quejar de lo agotador que es educar, de lo insoportables que se ponen nuestros hijos o de los conflictos que tenemos con frecuencia con ellos. Y la queja, nos dice Fernando Botella, experto en talento y creatividad, en otro de nuestros vídeos, “paraliza”. Así que Fernando nos invita a que, “cuando te escuches quejándote, llévate de la queja a la posibilidad de encontrar una nueva partitura. Y enseña a tus hijos desde tu ejemplo a transformar cualquier queja en una propuesta”. ¿Y si en lugar de quejarte por tu cansancio te preguntas qué podría ayudarte a llegar con menos agotamiento al final del día? ¿Y si, en lugar de ir de pelea en pelea, reflexionas con tus hijos sobre lo que está provocando tanto conflicto y pensáis soluciones entre todos?
Ideas clave para disfrutar educando
1.- Entender que tenemos mucho que aprender de ellos: Nuestros hijos nos pueden enseñar a disfrutar del aquí y del ahora, a vivir con alegría, a ser creativos e imaginativos, a aprender jugando, a dejar de lado el rencor, a mirar con ojos curiosos el mundo, a vivir más intensamente, en suma.
2.- No cargarse en exceso de responsabilidades: Muchas de las cosas que haces por tus hijos pueden realizarlas ellos mismos, como preparar sus mochilas, organizar su horario, preparar meriendas o cenas sencillas…
3.- Dar a los hijos voz y voto: Tomar decisiones constantemente es agotador y además, si son decisiones que pueden tomar nuestros hijos y que les afectan a su vida, sería importante que las tomaran ellos mismos. Por ejemplo, ante un conflicto familiar pueden enseñarnos soluciones muy imaginativas que abren nuevos caminos.
4.- Hacer del juego nuestro aliado: Jugar al pilla-pilla para animar a un niño a ir a la bañera de una buena vez, hacer una carrera a ver quién es el primero que llega al coche cuando nos vamos del parque, batir nuestro récord familiar del tiempo que tardamos en recoger los juguetes… Todos estos juegos nos pueden ayudar a hacer más divertido y llevadero cumplir con normas y hábitos.
5.- Centrarse en soluciones en lugar de problemas: Si nos quejamos amargamente de que nuestros hijos se pelean constantemente, poco vamos a cambiar. Sin embargo, si nos ponemos a buscar entre todos soluciones a este problema podremos pasar de la protesta a la propuesta y entenderemos los problemas del día a día como desafíos que podemos, y queremos, superar juntos.
Todos tenemos inquietudes educativas. ¡Y queremos buenas ideas para resolverlas! Por eso te proponemos que te suscribas a Gestionando hijos, encontrarás contenidos exclusivos que te ayudarán a saber más para educar mejor. Visita www.gestionandohijos.com/plataforma.