Las nuevas tecnologías han venido para quedarse y han transformado nuestras vidas: nuestra forma de aprender, de informarnos, de estudiar, de trabajar, de comunicarnos, de entretenernos… Y esto tiene, obviamente, un efecto en nuestros hijos e hijas y en la forma de educar. Varios expertos de nuestra plataforma (el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, la maestra Alba Alonso, el periodista Carles Capdevila, fallecido, y el psicólogo Alberto Soler) nos ofrecen ideas inspiradoras sobre cómo usar las tecnologías de una manera más responsable y positiva. Regular tiempo y contenidos, ofrecer otras experiencias de vida, aprovechar las enormes ventajas del mundo conectado e integrar las TICs en la vida familiar son algunas de sus ideas. Sus puntos de vista son diversos y enriquecedores. El debate está servido.
Álvaro Bilbao
Nos cuenta que las tecnologías han sido objeto de opiniones muy contradictorias: hay personas que piensan que promueven la inteligencia y otras que piensan que dificultan los procesos de aprendizaje. Álvaro nos lleva al cerebro para explicarnos su punto de vista, pues considera que “es muy importante que ayudéis a vuestros hijos a tener una atención calmada. Las tecnologías premian un modelo de atención muy primitivo. Los niños que consiguen desarrollar ese estilo de atención más calmado suelen tener más capacidad de estudio, más paciencia, mejor aprendizaje”. Además, nos presenta el núcleo estriado, una estructura cerebral que “nos dice cuáles son las cosas que nos emocionan en la vida. Tiene una capacidad limitada, no nos puede gustar todo, una vez que llega al límite de su capacidad ya no nos interesan más cosas. Se deja embaucar por las experiencias más intensas, haciendo que las experiencias menos intensas parezcan menos interesantes”. Por eso, nos recomienda; “Ayudad a vuestro hijo a disfrutar de las cosas pequeñas y limitad el tiempo e intensidad de estímulos en las nuevas tecnologías”.
Carles Capdevila
El mundo conectado tiene enormes ventajas, pero no hay que confundirlo con la tecnología. Y nos cuenta una de sus historias llenas de humor: “Van a ser aprendices permanentes. Si yo de pequeño hubiera querido ser ukelelista, mi vocación habría muerto allí. Pero hoy si un niño de un pueblo quiere tocar el ukelele, lo pone en Google y en menos de un segundo Amazon te ofrece un ukelele, tutoriales sobre cómo tocarlo, los mejores repertorios. Esta es la oportunidad que nos ofrece el mundo conectado”.
Alberto Soler
Recuerda que según la Academia Americana de Pediatría, hay que “evitar cualquier tipo de pantalla hasta los 2 años de edad” y luego propone “no superar las dos horas entre todas las pantallas”. Alberto considera que las tecnologías no son malas en sí, sino que el tiempo que invertimos en ella lo perdemos de realizar actividades que han demostrado contribuir a nuestra salud física y mental.
Alba Alonso
Considera que “las tecnologías nos han acercado el mundo como nunca antes” y apela a nuestra responsabilidad como padres y madres para “guiar a nuestros hijos para que hagan un uso responsable. Las TICS tienen muchas ventajas y han venido a quedarse. No podemos transformar a nuestros hijos en huérfanos digitales porque les estaremos privando de un mejor futuro”, considera.
Claves para usar las tecnologías para educar
1.- Antes no es mejor. Nuestros hijos menores de tres años no necesitan las pantallas para nada. Como afirma Alba, “la hiperestimulación a una edad tan temprana no es sana”. Y de 3 a 6 años, el uso de la tecnología debería ser muy limitado y dando protagonismo a otros mundos.
2.- Involucrarse en el uso de las TICs: Un uso compartido y común de la tecnología en la vida familiar nos permite guiar para realizar un uso responsable, perder el miedo a las TICs, ver el lado positivo de este mundo conectado del que nos habla Carles e incluso dar herramientas para evitar los peligros. Y además, podrá prevenir que en el futuro nuestros hijos se aíslen en las pantallas.
3.- Conocer las oportunidades de las TICs para aprender: Gracias a este mundo conectado, podemos ser aprendices permanentes, como dice Carles Capdevila. Y nosotros podemos ser ejemplo de ello aprovechando las tecnologías para responder a sus preguntas, profundizando en los temas que les apasionan…
4.- Limitar el tiempo: Como nos dice Alberto, es mejor que nuestros hijos experimenten el mundo directamente. Proporcionarles otro tipo de ocio más activo y constructivo permitirá que no vean el ocio solo con forma de pantalla. La vida es mucho más rica y es bueno que los padres y madres, tal como dice Álvaro, les enseñamos a disfrutarla.
5.- Recordar que la mejor herramienta para la alfabetiación digital es la educación que les demos en casa. Educarles para que tengan criterio propio, una buena autoestima, una atención pausada y una inclinación a disfrutar de las pequeñas cosas es la mejor vacuna contra los peligros de Internet o la posible adicción a las pantallas.
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