Las personas que formamos parte de Gestionando Hijos creemos en la magia de las palabras y sabemos que poner nombre a las cosas ayuda a tomar conciencia de ellas y de nosotros mismos. Por eso, hoy os proponemos como una lectura que inspira el libro Emocionario, un diccionario de emociones pensado para niños desde los seis años y de gran interés incluso para adultos.
Sabemos que la educación emocional interesa mucho a los padres y las madres para educar a sus hijos. Hemos comprendido que si nuestros hijos conocen las emociones, son capaces de expresarlas y además pueden identificar cómo se sienten los demás, con seguridad no se dejarán llevar por ellas ni las reprimirán ni serán insensibles ante los demás, con lo que serán más conscientes y felices. Pero ¿sabríamos decir a nuestros hijos qué es la euforia, la ternura, el desaliento? ¿Nos brindamos una ocasión para hablar de las emociones y explorar su significado? Para facilitarnos esta tarea, podemos usar el libro Emocionario, un diccionario de emociones que nos invita a recorrer un itinerario de 42 emociones relacionadas entre sí. Cada emoción se explica a través de una ilustración y un texto con definiciones y ejemplos. En el prólogo de Emocionario podemos leer: “Sentir es un privilegio y aprender a expresar nuestras emociones nos ayudará a acercarnos a quienes amamos”.
con la ayuda del Emocionario podremos descubrir que la ternura está en nuestro interior pero que son los demás los que la despiertan y nos empujan a ser suaves y atentos. También podremos explicar que la relajación que suelen sentir cuando termina un examen se llama alivio. O que cuando quieren llevar la contraria porque no les hemos dejado hacer lo que querían, están sintiendo hostilidad. Podremos hablar de que cuando nos sentimos solos y creemos que nadie nos apoya, nos inunda el desamparo. O que cuando tienen ganas de saltar y se sienten capaces de todo debido a una alegría desbordante, están llenos de entusiasmo. También podremos leer que la gratitud nos enseña a disfrutar más de la vida porque nos hace ser capaces de ver en lo cotidiano un regalo.
La editorial que publica este libro, Palabras Aladas, ofrece en su página web guías y fichas descargables para sacar todo el partido a este libro. En estos documentos se puede leer: “Las palabras tienen un componente mágico. Decir: «Me siento desamparado» puede tener un efecto reconfortante instantáneo”. Saber qué nos ocurre y saber ponerle nombre “aleja la incertidumbre, contribuye al sosiego y sirve de punto de partida para emprender acciones positivas al respecto. ¿Cómo podríamos negarles todo eso a los niños?”.
