Quiero que en casa se cumplan las normas sin pelearme

Una de las tareas más agotadoras de padres y madres es establecer normas en casa... y conseguir que se cumplan sin morir en el intento. Nuestros expertos nos dan las claves para conseguirlo.

Una de las tareas más agotadoras de padres y madres es establecer normas en casa… y conseguir que se cumplan sin morir en el intento: que no toquen enchufes o cosas peligrosas, que no salten en el sofá recién comprado, que nos hablen con respeto, que se esfuercen con las tareas del colegio, que hagan la cama, que se laven los dientes, que tengan el cuarto ordenado, que se duchen a la hora que hemos dicho, que no lleguen tarde a casa cuando salen… Conseguir que hagan alguna de esas tareas a la primera y por las buenas parece misión imposible, ¿a que sí? Por eso parece interesante detenerse un momento para pensar cómo establecer normas de manera positiva, respetuosa y efectiva en casa. Un tema sobre el que nuestros expertos dan ideas inspiradoras en la plataforma Gestionando hijos. 

Antonio Ortuño es un conocido psicólogo infanto-juvenil que apela por promover la responsabilidad en lugar de la obediencia.  Partiendo de ahí, las normas tienen por tanto que tener una doble labor: establecer un perímetro de seguridad y otorgar gradualmente autonomía y poder de decisión para nuestros hijos e hijas.

Por eso, nos dice Antonio, podemos entender el establecimiento de normas como un semáforo. Veamos cómo lo cuenta él mismo en este clarificador vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=Q1YS_VwLvNM&feature=youtu.be

Se trata, por tanto, de ir disminuyendo el control para aumentar su autonomía, confiando en que serán responsables pues les dejaremos vivir las consecuencias de sus decisiones.

Maite Vallet, pedagoga y formadora de padres y madres, resalta que para que nuestros hijos interiorice hábitos y normas “no tenemos que enfadarnos, ni repetir las cosas mil veces, ni gritar, ni descalificar, sino algo mucho más gratificante: enseñarles lo que sí pueden hacer y cómo pueden hacerlo”. Asegura esta experta que cuando damos órdenes no solemos “explicarles cómo pueden hacer lo que queremos, ya sea vestirse, ocuparse de su higiene, cocinar, lo que sea. Hay que enseñarles paso a paso”. Y para esto, considera que es muy importante la tranquilidad, no ir con prisas y animarles siempre. Hay que tener claro, nos dice Maite Vallet, que “los niños sin límites están perdidos”, por lo que recomienda que “seamos conscuentes” con las normas y límites establecidos.

Claves para unas normas respetuosas

Algunas de las claves para poner normas de manera clara y respetuosa son las siguientes:

  1. Nuestros hijos necesitan normas y límites para crecer, sentirse seguros, sentirse atendidos e, incluso, sentirse queridos. Como dice Maite Vallet, un niño sin normas se sentiría perdido.
  2. Las normas han de ser claras, concisas y tener consecuencias que debemos dejar que nuestros hijos experimenten. Por ejemplo, no tiene sentido decirle a un niño que la norma es que se porte bien, sino que tendremos que especificar que, por ejemplo, hablamos en un tono bajo, que en el sofá no se salta, que se saluda cuando se llega a un sitio. Y sobre las consecuencias, si hemos puesto como norma que nuestra hija de 11 años debe prepararse el almuerzo para ir al cole, si un día se le olvida sabrá que no tendrá almuerzo, porque es su responsabilidad.
  3. Es interesante tener en cuenta que el objetivo de las normas es que nuestros hijos se conviertan en personas responsables, por lo que parece importante ir dejando el semáforo rojo (en donde solo decidimos los adultos) para cuestiones que tienen que ver con la salud, la seguridad y el respeto a uno mismo o los demás e ir poniendo más la luz amarilla o verde, en las que nuestros hijos tienen poder de decisión.
  4. Ante la desobediencia o la actitud desafiante ante las normas, parece aconsejable que mantengamos la calma, el respeto y que entendamos que están aprendiendo y les cuesta. Será más fácil que ordenen el cuarto si les enseñamos cómo pueden hacerlo y qué pasos pueden dar, no será tan fácil si les etiquetamos como desordenados o si les decimos mil veces que ordenen su cuarto sin enseñarles qué pasos dar.
  5. El poder de decisión y la autonomía que demos a nuestros hijos dependerá de la responsabilidad que nos hayan demostrado a la hora de respetar la norma pactada. Por ejemplo, si nuestra hija quiere volver una hora más tarde por las noches, podríamos estudiar si dejarle hacerlo en función de la responsabilidad que ha mostrado hasta ahora, porque su responsabilidad es la base de nuestra confianza.

Todos tenemos inquietudes educativas. ¡Y queremos buenas ideas para resolverlas! Por eso te proponemos que te suscribas a Gestionando hijos, encontrarás contenidos exclusivos que te ayudarán a saber más para educar mejor. Visita www.gestionandohijos.com/plataforma.  

 


Imagen de portada: Alberto Casetta /Unsplash

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María Dotor

Tener solo unas líneas para presentarse no es fácil. Espero hacerlo bien 😉 Soy periodista y amante de la educación. Una de mis frases favoritas es: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” de Paulo Freire. Por eso creo que es tan importante tomárnoslo en serio. Por eso, y porque educar es el más apasionante e importante de los viajes. ¿No crees?

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