Para comprender mejor a nuestros hijos e hijas y también poner en marcha medidas que favorezcan su educación y desarrollo, es imprescindible entender cómo funciona su cerebro en determinadas ocasiones. Como dice el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, “tenemos que educar con el cerebro en mente”.
Por eso es tan importante que tengamos en cuenta qué es lo que ocurre en el cerebro de nuestros niños cuando, por ejemplo, se exponen de manera excesiva a las nuevas tecnologías, pues si no entendemos esto es complicado que podamos establecer normas, límites o acuerdos al respecto.
Como nos cuenta el neuropsicólogo en uno de el curso de nuestra plataforma “El buen uso de las nuevas tecnologías”, las madres y padres puede que tengáis dudas porque habéis oído versiones contradictorias. Desde padres que os dicen que es buenísimo porque hace que los niños sean más inteligentes, hasta padres que dicen que es muy negativo porque dificulta los procesos de aprendizaje. Por eso es importante dejar algunas cosas claras respecto a este tema.
El efecto de las nuevas tecnologías en el cerebro de los niños
Álvaro Bilbao nos explica que “lo que sabemos a día de hoy es que los niños que pasan más tiempo frente a la tecnología, pantallas, videojuegos, tablet… son niños que tienen más riesgo de desarrollar TDAH, depresión infantil, trastornos de conducta y obesidad infantil”.
Por esta razón, “lo primero que tenéis que saber es que es muy importante que ayudéis a vuestros hijos a tener una atención calmada. Cuando estamos enseñándoles el teléfono móvil, cuando estamos todo el día con los juegos de ordenador, lo que estamos haciendo es que nuestros hijos fijen la atención en cosas que se mueven, que hacen ruidos y que están en movimiento. Esto es muy parecido a lo que llamaba la atención de vuestros hijos cuando estaban en la cuna y estaban mirando hacia arriba, hacia el techo y lo único que veían era un objeto que se estaba moviendo y que tenía muchos colores”, apunta el neuropsicólogo.
Sin embargo, lo que queremos es ayudar a los hijos a desarrollar una capacidad de atención más calmada, más serena, que les permita estar durante dos horas sentados frente a un profesor y a una pizarra, o les permita estar frente a un libro estudiando, pues “los niños que consiguen desarrollar este estilo de atención, un poquito más calmado, alejado de las pantallas y que pueden prestar atención a este otro tipo de estímulos quietos, son aquellos niños que suelen tener más capacidad de estudio, más capacidad de aprendizaje y más paciencia en la vida”.
[the_ad id=”77749″]
La capacidad para saborear la vida
Álvaro Bilbao también nos cuenta que, aunque suene impactante, “las nuevas tecnologías pueden disminuir la capacidad de disfrute de tu hijo”. Esto ocurre porque todos tenemos en nuestro cerebro una estructura que se llama el núcleo estriado. “Esta estructura se dedica solamente a decirnos cuáles son las cosas que nos gustan y nos emocionan en la vida. El núcleo estriado tiene dos defectos:
- El primero es que tiene una capacidad limitada, es decir, no nos puede gustar, interesar todo en la vida. Se va llenando con las cosas que más nos interesan y, una vez se llena, ya no nos interesan más cosas.
- El segundo defecto que tiene el núcleo estriado es que se deja embaucar por aquellas experiencias que son más intensas, haciendo que las experiencias menos intensan parezcan menos interesantes. De esa manera, el niño o el adolescente que se pasa todo el día viendo videojuegos o imágenes en la tablet, le va a parecer muy aburrido un libro porque no es tan emocionante o intenso.
Por eso, como nos recuerda Álvaro Bilbao, es fundamental que enseñemos a nuestros hijos e hijas a disfrutar y valorar las pequeñas cosas de la vida.