Mi hijo es demasiado tímido, ¿tiene un problema?

Si quieres ayudar a tus hijos a superar la timidez, atención a estas claves

Hay muchos padres y madres preocupados porque sus hijos son muy tímidos, hasta el punto de preguntarse si esta condición puede llegar a convertirse en patológica. El no saber cómo ayudarles puede generar frustración en los padres y llevar a cabo algunas prácticas que, más que beneficiarles, pueden jugar en su contra.

Por eso, es importante que sepamos qué es la timidez y qué podemos hacer las madres y los padres para ayudarles a superarla sin perjudicarles. Para ello, hemos hablado con la psicóloga Silvia Álava, quien nos ha arrojado luz sobre este tema.

¿Timidez o introversión?

Silvia Álava empieza señalando que “es importante distinguir la timidez de la introversión. Cuando hablamos de alguien introvertido, hablamos de un rasgo de personalidad, y esto significa que se sienten cómodos estando solos, estando con ellos mismos, no necesitan estar continuamente con otras personas, son los típicos niños y niñas que con un par de amigos se sienten bien y no necesitan tener grupos grandes de amigos como los niños y niñas extrovertidos”.

Cuando hablamos de timidez, por otro lado, “hablamos de niños que, a lo mejor, en un determinado momento, sí les gustaría acercarse a jugar o tener más amigos, pero no se atreven a hacerlo. Puede que sientan mucha vergüenza, que piensen que se van a reír…, y entonces no se atreven”, apunta la psicóloga.

¿Cuándo se convierte la timidez en un problema?

Silvia Álava explica que la timidez se convierte en un problema “cuando vemos que ese niño o niña no hace determinadas cosas por esa falta de atrevimiento. No ocurre como con los niños introvertidos que no necesitan más, no hace falta que se esfuercen, porque para ellos no es necesario. En cambio, un niño tímido estaría deseando ponerse a jugar, por ejemplo, pero no se atreve”.

Qué debemos evitar ante la timidez de los niños

A veces, las madres y padres tendemos a infravalorar las emociones de nuestros hijos con frases como “venga, si no pasa nada, no tengas vergüenza”, así como también a etiquetarles, “¡qué tímido eres!”, y debemos saber que estas conductas son un error.

“Muchas veces los adultos lo empeoramos”, declara Silvia Álava, “porque lo peor que podemos hacer es colgarles etiquetas, ya que les damos un refugio para actuar en función de la etiqueta que le hemos puesto. También a veces las madres y padres lo que hacen es hablar por ellos, por ejemplo. Por lo tanto, mucho cuidado con estas dos cosas: colgarles etiquetas y hablar por ellos”, advierte la psicóloga.

Cómo ayudar a mi hijo a superar la timidez

Silvia Álava nos aconseja esta serie de claves para ayudar a nuestros hijos a trabajar su timidez:

  • Primero, como hemos dicho, etiquetas fuera.
  • Segundo, es muy importante que hablemos con ellos, entendiendo que muchas veces esa timidez está en la cabeza, y que trabajemos la emoción de la vergüenza, porque puede que piense que se van a reír o que no les va a gustar lo que dice o que le van a rechazar.
  • No hablar por ellos e ir poniéndoles pequeños retos. Por ejemplo, en un restaurante, dejando que pida él lo que quiere o en el parque animándole a que hable con los niños para jugar con ellos.
  • Si no se atreve, pues lo podemos entrenar. “Los psicólogos trabajamos mucho con el role playing, que consiste en hacer una especie de teatrillo para entrenar y que vayan cogiendo más seguridad”, explica Silvia Álava.
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Marina Borràs

Cuando era pequeña me sentaba a diez centímetros de la televisión para ver las noticias todas las mañanas antes de ir al cole. Cuando crecí un poco, se dieron cuenta de que la razón por la que me acercaba tanto al televisor era porque necesitaba gafas, aunque yo prefiero pensar que por aquel entonces ya había encontrado mi pasión: de mayor quería ser periodista. Y así fue. Estudié periodismo y comunicación política, y sigo formándome en los temas que me apasionan: educación, igualdad de género y nuevas tecnologías.

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