Mi hijo lo deja todo para después, ¿qué puedo hacer?

Procrastinar, si se convierte en algo habitual, puede llegar a ser un problema para nuestros hijos. Pero hay formas de evitarlo. Las repasamos

El otro día, mientras tomaba café en una cafetería, escuché una conversación entre padres que comenzaba con uno diciendo algo así: “Cada vez que le pido algo a mi hijo, sé que acabará diciéndome “luego lo hago” o “ahora voy”…Y, al final, acabo haciéndolo yo, porque como tenga que esperar a que lo haga él, lo llevo claro…”. Inmediatamente después, otra madre continuaba la queja de este padre con una suya: “lo que más me preocupa es el hecho de que también le pasa con las tareas del colegio. Tiene tres días para hacer un trabajo, y se pone a hacerlo la tarde antes, cuando ya va con el “agua al cuello”. Y claro, el trabajo no le sale todo lo bien que podría salirle”.

Dejarlo todo para otro momento se conoce como “procrastinar”. Todos hemos procrastinado en alguna ocasión, o en varias, el problema es cuando esto se convierte en algo habitual y acaba pasándonos factura. Jane Nelsen, en su libro ‘Disciplina positiva de la A a la Z’, nos da algunas pautas para evitar que nuestro hijo caiga en esta actitud. Las repasamos:

Crear rutinas

Una de las herramientas más efectivas a la hora de reducir las dilaciones es “implicar a los niños en la elaboración de rutinas (ducharse, preparar la ropa del día siguiente, irse a la cama, hacer los deberes…)”. Según nos dice, “las rutinas pasan a formar parte del transcurso normal del día y no dejan espacio para postergaciones”.

Dejar que experimenten las consecuencias

“SI tus hijos siguen dejando las cosas para más tarde, deja que experimenten las consecuencias y no les saques del apuro, ni les recuerdes lo que deben hacer”, nos dice Jane. Y nos pone el siguiente ejemplo: “si tu hija debería hacer un trabajo y se pone a hacerlo a las 8 de la tarde, deje que viva las consecuencias de ir agobiada, de sentir que no le da tiempo a terminarlo”. No se trata de castigarla, sino de dejarle vivir las consecuencias lógicas de no haber empezado con el trabajo antes.

No le hagas preguntas que se puedan contestar con un “sí” o un “no”

¿Quieres ponerte a hacer los deberes ya? es una pregunta que puede contestarte con un “no”. A no ser que estés dispuesta a aceptar ese “no”, Jane nos propone que le hagamos preguntas en las que les demos dos opciones: ¿te pones a hacer los deberes en 5 minutos o en 10?

Avísale con antelación

A veces pedimos a nuestros hijos que se pongan a hacer algo inmediatamente, sin que hayan tenido apenas tiempo para mentalizarse. “Los niños se muestran más dispuestos a hacer cosas si se les avisa con antelación, especialmente cuando se les ha incluido respetuosamente en la elaboración del plan”. Por tanto, si tu hijo está jugando y vas a querer que ponga la mesa, lo hará de mejor gana si te acercas a él y le dices que en 15 minutos le vas a pedir que ponga la mesa y que, por tanto, estaría bien que fuera terminando el juego con el que está entretenido. Si lo pensamos, los niños no son muy diferentes a los adultos, a ninguno de nosotros nos gustaría que, cuando estamos haciendo algo, alguien nos obligara a hacer otra cosa de forma inmediata.

Ayúdale a organizarse

“Pregunta a tu hijo si tiene problemas para organizarse y si necesita que le eches una mano. Si te dice que sí, ayúdale con la elaboración del plan teniendo en cuenta los días que tienen para terminar dicha tarea”, nos dice Jane. Y es que a veces damos por hecho que nuestros hijos saben organizarse, y no es así, necesitan nuestra ayuda.

Utiliza el juego

El juego es el idioma de los niños. Es la forma en la que podemos llegar a comunicarnos sin problemas con ellos. ¿Y si lo utilizamos para conseguir que hagan a tiempo las tareas que tienen que hacer? Por ejemplo, nuestro hijos nos dice que luego hará la cama. Y ese luego no llega nunca. En vez de enfadarnos, Jane nos propone que le digamos algo así: “Hijo, no me importa que hagas la cama más tarde, pero te agradezco si me ayudas a programar mi “esperómetro” diciéndome cuando te irá bien hacerla. De esta forma, el “esperómetro” se pondrá en marcha y ya no te daré más la tabarra, porque sabré exactamente cuando lo harás”.

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María Dotor

Tener solo unas líneas para presentarse no es fácil. Espero hacerlo bien 😉 Soy periodista y amante de la educación. Una de mis frases favoritas es: “La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” de Paulo Freire. Por eso creo que es tan importante tomárnoslo en serio. Por eso, y porque educar es el más apasionante e importante de los viajes. ¿No crees?

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