Que nuestros hijos quieran aprender, les interese conocer el mundo que les rodea y conserven esa curiosidad con la que nacen es vital para llevar vidas más plenas, en las que sientan que avanzan y obtienen logros y en las que entiendan los retos como oportunidades para crecer. ¿Cómo cultivar ese interés por aprender? Nos dan claves nuestros expertos Begoña Ibarrola y José María Gasalla (que estarán el 7 de abril con nosotros en Barcelona), Patricia Ramírez , Maite Vallet y Gregorio Luri.
Interés por aprender dentro y fuera de la escuela
Aunque nos preocupe especialmente el resultado académico de nuestros hijos, no es del todo positivo circunscribir su aprendizaje y sus ganas de aprender solo a su vida escolar. Maite Vallet, fundadora del Colegio María Montessori de Madrid nos invita a fomentar “un ocio que enriquezca y no que envilece”: leer, asistir a obras de teatro o espectáculos musicales, visitar un museo, pasear por el campo… son algunas actividades que amplían el horizonte de nuestros hijos, pero también puede hacerlo una actividad más sencilla y común como ver una película y luego debatir sobre ella, para fomentar su pensamiento crítico.
Conservar el interés por aprender es todo un juego
El lenguaje de los niños es el juego. Pero. como nos dice Patricia Ramírez en nuestra plataforma, “tenemos el juego menospreciado asimilándolo a un comportamiento irresponsable”. Nada más lejos de la realidad, nos recuerda, porque cuanto más desarrollada es una especie más juega, así que el juego es fundamental para promover el interés por aprender. Jugar a ser romanos cuando estén estudiando el Imperio Romano, hacer pequeños experimentos cuando empiezan a estudiar las reacciones químicas, jugar a hablar en verso cuando están aprendiendo cómo son las rimas o repasar matemáticas jugando a las tiendas es seguramente mucho más apasionante para nuestros hijos que repasar delante de un libro.
Organizar el tiempo para que el estrés no mate el interés por aprender
Aunque nuestros hijos nacen con interés por aprender, los agobios por las tareas escolares, la falta de hábito de estudio y sus dificultades para gestionar su propio tiempo pueden hacer que el interés por aprender disminuya. Por eso, nos propone Maite Vallet, podemos ayudarles a organizar su propio tiempo de estudio estableciendo un horario, priorizando actividades si vemos que las tardes están muy cargadas…
Interés por aprender toda la vida
Como en todo en la educación, dar ejemplo es la mejor manera de educar. Y también es el mejor truco para fomentar el interés por aprender. Nos dice Gregorio Luri en nuestra plataforma que si queremos que nuestros hijos tengan más cultura la mejor manera de fomentarlo es hablar con ellos. Por eso mismo, si queremos que nuestros hijos conserven y fomenten su interés por aprender y entiendan su importancia, la mejor manera de lograrlo es fomentar en nosotros mismos ese interés por aprender toda la vida y esas ganas de desafiarnos y superar nuestros propios retos. Como nos decía Mar Romera en su última ponencia con nosotros, el objetivo de la escuela y de la educación del siglo XXI “no es aprender a contestar, es aprender a preguntar”. Si ante las innumerables preguntas de nuestros hijos respondemos con curiosidad, con ganas de saber más, tendremos mucho ganado a la hora de cultivar el interés por aprender.
Hemos diseñado un curso en el que, con la compañía de nuestros expertos, reflexionarás sobre cómo fomentar la curiosidad de tus hijos, cómo ayudarles a organizar su tiempo, cómo aprovechar el juego para aprender y cómo ser modelo de interés por aprender. Apúntate hoy mismo haciendo clic en la imagen.
Imagen de portada: Aaron Burden /Unsplash