A todos los niños les encantan los videojuegos, y la PlayStation es una de las consolas que muchos padres y madres tienen en mente a la hora de hacer un regalo a sus hijos. Los videojuegos son una herramienta muy buena para potenciar la creatividad, pero al igual que con el resto de pantallas, debemos supervisar el uso que hacen de ellos para evitar adicciones y para conseguir que tengan una buena relación con las pantallas.
Os damos algunas claves para supervisar el uso que hacen de la PlayStation y de otras videoconsolas.
Compra videojuegos adaptados a su edad
Podemos guiarnos mediante la clasificación PEGI. Esta clasificación va desde los 3 años hasta los 18. Debemos comprar a los niños videojuegos que sean aptos para su edad.
Deja la PlayStation en lugares comunes
Las videoconsolas, las tablets, los ordenadores o los móviles podemos dejarlos en lugares en los que esté presente la familia para que podamos ver cuándo hacen uso nuestros hijos de estos aparatos electrónicos.
Juega con tus hijos
Tened juegos en familia o deja que te explique tu hijo su videojuego favorito. Comparte con él ese tiempo en el que crearéis vínculo y conocerás de primera mano los videojuegos a los que juega tu hijo.
Pon unos horarios fijos
Si tenemos unos horarios que no varían mucho las rutinas de los niños, estos van a saber en qué momentos pueden usar la PlayStation y en qué momentos no. Por ejemplo, podemos fijar unos horarios en los que deban hacer antes sus tareas escolares y en una hora determinada cuando los hayan acabado, pueden usar la PlayStation.
Asimismo, si nuestro hijo no controla bien el tiempo que tiene para usar la PlayStation, podemos avisarles cinco minutos para que deje de jugar. Ese preaviso les va a hacer conscientes de que tienen que ir dejándolo y cuando se acabe el tiempo debemos volver a avisarles. Cuando se den estas situaciones debemos evitar comunicarnos con nuestro hijo gritando. En vez de eso, debemos acercarnos a ellos y decirles que vayan acabando la partida mirándoles a los ojos. Así lo explica la mentora de familias y fundadora de ‘Relájate y Educa’ Amaya de Miguel: “En vez de decir las cosas chillando y repetirlas diez veces, lo que voy a hacer es ir a donde está el niño, le cojo la carita y en un encuentro de conexión le decimos: ya veo que estás a punto de terminar tu partida, no empieces una partida nueva, te quedan diez minutos. Hay conexión, hay contacto visual y te aseguras de que ese mensaje ha calado. Tienes que volver a los cinco minutos para recordárselo y volver a los dos minutos otra vez. Siempre con contacto visual, se lo repites dos veces no desde la agresividad, sino desde la conexión”.
Si juega a la PlayStation fuera de los horarios pactados, ¿qué puedo hacer?
En el caso de que nuestros hijos nos rete y no quiera dejar de jugar a la PlayStation, sobrepase los horarios establecidos, debemos establecer con ellos un pacto en donde se fijen las consecuencias. Este pacto podemos ponerlo por escrito y nuestro hijo puedo proponer qué consecuencia tiene el usar más la PlayStation de lo que sus progenitores le permiten. Como propuesta, se puede establecer que el tiempo de más que haya jugado a videojuegos, se resta al día siguiente. Es decir, si nuestro hijo ha estado media hora de más jugando a la Play, al día siguiente tendrá media hora menos para jugar.
También podemos recurrir al control parental para que no puedan usar la PlayStation más allá de uno horario que marquemos en la configuración de la consola.
Edúcales su mirada
Los videojuegos nos muestran mundos ficticios, mundos de los que puede aprender nuestro hijo y potenciar su creatividad. Los niños no tienen su cerebro desarrollado al completo. Tampoco tienen desarrollado su pensamiento crítico como para reconocer que lo que están viendo es un mundo ficticio y no existe en la realidad. Su mirada no reconoce que lo que ven en la pantalla es ficticio y no real.
Como nos decía José Carlos Ruiz, filósofo experto en pensamiento crítico: “Es fundamental hacerles entender que las pantallas tienen un lenguaje visual distinto que la realidad. Y dentro de estas pantallas, es muy importante que sepan distinguir entre la intencionalidad de las imágenes de una película, de Instagram, de TikTok…”