Frase educativa: “No quiero que mis hijas sean felices” (Mar Romera)

Esta frase, en cierto modo chocante, nos la dijo Mar Romera en su primera ponencia. Y lo explicaba así:  "yo no quiero que mis hijas sean felices, yo quiero que mis hijas vivan todas las plataformas emocionales, que escojan la emoción adecuada en el momento adecuado y la intensidad oportuna”.

Esta frase, en cierto modo chocante, nos la dijo Mar Romera en su primera ponencia. Y lo explicaba así:  “yo no quiero que mis hijas sean felices, yo quiero que mis hijas vivan todas las plataformas emocionales, que escojan la emoción adecuada en el momento adecuado y la intensidad oportuna”. Y esto es así porque “yo quiero que mis hijas estén tristes cuando pierden a alguien, porque si no serían psicópatas. Yo quiero que mis hijas sientan enfado cuando alguien las pisa porque si no serán mujeres maltratadas. Quiero que mis hijas sientan asco para rechazar aquello que no deben acoger”. Por eso, la maestra nos dijo que era urgente “entrenar todas las plataformas emocionales y quitar de nuestra vida la intencionalidad de que queremos la felicidad para nuestros hijos”.  Reflexionamos sobre esta frase con una historia y unas claves para acompañar a nuestros hijos en todas las emociones.

Los padres de Mario solo quieren que sea feliz

Mario es un niño de 5 años que su familia califica, sin dudar, de “intensito”. Cuando se enfada, se enfada de verdad. Cuando se pone triste puede estar horas llorando. Cuando está alegre parece tener la energía de un cohete. Cuando algo le da asco, lo aparta con fuerza. A sus padres les encanta verlo alegre, porque es, consideran, el estado natural de un niño. Sin embargo, cuando lo ven triste, enfadado o asustado lo llevan muy mal. Les parece antinatural que un niño se pase horas enfurruñado, triste o asustado por un tema menor. En esas ocasiones, recurren a expresiones muy habituales como: “No te enfades, que te pones muy feo”, “Vaya bobada, ¿por eso estás triste?”, “No tienes que tener miedo por esta chorrada, ¡sé valiente!”. Lo hacen con la mejor de las intenciones y pensando que su labor y su objetivo es que su hijo se sienta feliz y se olvide de emociones tan desagradables.  Pero lo cierto es que estas palabras no surten efecto y su hijo se enfada o entristece aun más al escucharlas.  Sus padres no paran de decirle: “Hijo, lo único que queremos es que seas feliz”.

Del objetivo de que sea feliz al objetivo de acompañarle en las emociones

Si, como Mar Romera, quieres que tus hijos aprendan a vivir todas las emociones, porque cuando pierda un ser querido entiendes que debe sentirse triste, cuando lo agredan crees que debe enfadarse ocuando esté al borde de un acantilado crees oportuno que sienta miedo y no se tire, he aquí algunas ideas clave para ayudarte:

  1. Acostumbrarnos en casa a hablar de las emociones que sentimos, de qué las causa y de qué podemos hacer con ellas. Por ejemplo: “Hoy en el trabajo me he enfadado con un compañero porque me ha acusado injustamente de un error en el informe. Mañana hablaré con él para aclararlo” o “Cuando me hablas así me pongo triste, me gusta que nos hablemos con respeto y cariño”.
  2. Enseñarles a identificar sus emociones y ponerles nombre: Por ejemplo: “Veo que estás muy enfadado. ¿Quieres contarme qué te ha pasado?” o “Vaya, que tu hermano te haya dicho que no quiere jugar contigo te ha puesto triste”.
  3. Legitimar, y no juzgar, sus emociones: Por ejemplo: “Entiendo que esto te enfade, es normal” o “Es lógico que te pongas triste cuando tu hermano te dice eso”.
  4. Enseñarles a regular las emociones de forma adecuada. Por ejemplo: “Aunque entiendo que estés enfadado, no consiento que me pegues. Podemos pensar qué hacer con tu enfado sin herir a nadie” o “Es normal que quieras llorar un rato, pero luego podemos pensar juntos cómo podemos solucionar esto”.
  5. Fomentar la empatía: Cuando leamos un cuento, veamos una película o haya habido algún conflicto con un amigo podríamos preguntarle cómo se sentiría en la misma situación, qué le gustaría que hicieran los demás al verle en esta situación, cómo podría reaccionar…

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