En mi larga trayectoria como educadora social trabajando con adolescentes con problemas de drogas y conducta me atrevo a decir que la verdadera prevención NO empieza en la adolescencia ni preadolescencia, sino en la infancia.
Es cierto que los últimos datos que nos llegan en cuanto al consumo de alcohol y drogas son alarmantes y sobre todo en cuanto a la edad de inicio. Es por ello que hay que darle importancia a muchos aspectos que como madres y padres podemos trabajar en casa. Dotar de herramientas a nuestros hijos desde que son pequeños les ayudará a tomar decisiones de manera más madura de mayores.
Me gustaría destacar 11 puntos educativos que son fundamentales en la prevención:
La importancia de los límites para la prevención del consumo de drogas
Los límites para mí significan 4P:
- Proteger: los límites dan seguridad.
- Parar: les ayudan a frenar, dejar de avanzar por un momento para poder seguir.
- Pensar: les ayudan a considerar un asunto con atención y poder ver las posibles consecuencias que puede haber.
- Proceder: les ayudan a ejecutar una serie de acciones de manera ordenada.
Enseñar a responder reflexivamente y no reaccionar impulsivamente para la prevención del consumo de drogas
Muy ligado con los límites es muy importante enseñar a nuestros hijos la diferencia entre Reaccionar y Responder. Vivimos en una sociedad donde nuestros hijos crecen con la inmediatez: “ Lo quiero y lo tengo ya”.
¿Os acordáis cuando en la escuela hacíamos algún trabajo? Íbamos a la enciclopedia, buscamos el tomo, buscamos la palabra… ahora solo tienen que apretar un botón en Google y se oye una voz que te dice lo que quiere oír en cuestión de segundos.
Enseñar a los niños a esperar es importante. Si esto no es así estamos educado niños con muy baja tolerancia a la frustración y muchas veces con muchas dificultades a la hora de tomar decisiones dejándose llevar por la impulsividad.
Los niños que toman decisiones de manera impulsiva tienen problemas para identificar y manejar sus propias emociones. Ocurre todo lo contrario con los niños que aprenden a responder, pues esoles ayuda a entender sus propios estados emocionales.
En definitiva, es importante enseñar a nuestros hijos a responder “reflexivamente” en lugar de reaccionar “automáticamente”.
La educación emocional para la prevención del consumo de drogas
Muy ligado al punto anterior hay que hacer un alto en la importancia de la educación emocional. Últimamente veo muchos artículos que hablan de la educación emocional y es de suma importancia en la prevención de drogas.
Enseñar a nuestros hijos a sentir, poner nombre a las emociones y aceptarlas tal como son sin intentar modificar nada, es un trabajo largo pero fundamental.
El uso inicial del alcohol y las drogas está muy ligado con el tiempo de ocio y diversión, pero posteriormente estas sustancias terminan convirtiéndose en un “anestésico” que ayuda a “no pensar y no sentir” aquello que no se quiere sentir.
El 100% de los casos con los que trabajo tienen en común una baja tolerancia a la frustración. Hay que perder el miedo a decir NO a nuestros hijos, a que aprendan que a veces las cosas no les salen como ellos quieren y cuando ellos quieren.
Acompañar sin sobreproteger para la prevención del consumo de drogas
Es importante acompañar en la educación pero sin solucionar los pequeños conflictos que vayan apareciendo en su vida. A medida que ellos mismos vayan viendo que son capaces de hacer y resolver, irán tomando decisiones un poco más atrevidas. Asumir riesgos de vez de cuando, les ayuda crecer, a ser menos vulnerables a los cambios e ir arriesgándose a tomar decisiones. Evidentemente el papel de los padres es evitar el peligro que es diferente al riesgo.
Hacer preguntas tipo ¿Cómo lo solucionarías tu?, ¿cómo puedes resolver esto?… les ayuda a pensar y buscar posibles soluciones. Hay que permitir que se equivoquen y que vean que no pasa nada por ello
Imaginaos que a vuestro hijo se le cae el vaso lleno de agua: los padres a veces reaccionamos y utilizamos frases como… “ya lo sabía yo”, “lo estaba viendo que al final se te iba a caer”… En lugar de esto hay que guiarles en buscar soluciones y enfatizar que equivocarse forma parte del aprendizaje mediante frases como por ejemplo “ten cuidado con los cristales y ahí encima está el papel para limpiar”. Da lo mismo si lo hace mal, lo importante es que lo haga.
Fomentar la responsabilidad para la prevención del consumo de drogas
Responsabilidad es otra palabra importante en el proceso de la prevención. Nuestros hijos tienen que saber que sus actos tienen consecuencias y que se tienen que hacer cargo de ellas, les ayuda a madurar y en muchas ocasiones ponerse en el lugar del otro.
Siguiendo con el ejemplo del vaso de agua, los niños han de entender que si ellos lo han tirado, son ellos quienes lo han de recoger.
La importancia de las rutinas en la prevención del consumo de drogas
Las rutinas les proporcionan seguridad, constancia y les ayudan a llevar un ritmo organizado, aprendiendo que hay normas que hay que respetar.
El refuerzo positivo en la prevención del consumo de drogas
Claro que hay que indicar aquello que está mal para que lo puedan cambiar. Pero reforzar positivamente aquello que hacen bien, ayuda mucho más a la hora de cambiar una conducta, aumenta su autoestima y seguridad y les ayuda a ser más autónomos, creer más en ellos y a tener mayor seguridad.
Conocer el grupo de iguales para la prevención del consumo de drogas
Es importante conocer con quién se relacionan nuestros hijos. La importancia del grupo de iguales va aumentando a medida que van creciendo. Ocupa un lugar muy importante en su escala de valores y en los periodos de transición o cambios es cuando más atentos hay que estar.
El grupo de iguales les proporciona apoyo y seguridad, ideales y valores, entre otras cosas…. Pero también tiene riesgos como dificultar las decisiones libres, la responsabilidad individual y facilitar conductas de riesgo donde aparece el acercamiento al consumo de alcohol y drogas.
No se trata de invadir, interrogar, cuestionar o decidir por ellos, pero sí saber poner límites claros si observamos que algo no va bien con sus relaciones de amistad.
Dotar de habilidades sociales para la prevención del consumo de drogas
Es necesario dotar a nuestros hijos de las herramientas necesarias para poder resolver continuos conflictos con los que se van a encontrar y que sean capaces de seleccionar, elegir y decidir. Saber DECIR NO ante la presión de su grupo de iguales les aleja de caer en conductas de riesgo. Las habilidades sociales les ayuda de tener relaciones positivas e interaccionar mejor con los demás.
Enseñar a gestionar el tiempo libre para la prevención del consumo de drogas
Los niños tienen que aprender a aburrirse, en estos espacios de tiempo son ellos los que tienen que usar sus propios recursos para gestionar aquello que no les gusta. A veces no hacer nada, es hacer mucho. El aburrimiento les ayuda a ser más creativos, más resolutivos y adaptarse mejor a los cambios.
Una comunicación fluida para la prevención del consumo de drogas
Desde pequeños, fomentar el diálogo con ellos es vital. Crear espacios de comunicación en casa es clave para detectar cómo se encuentran emocionalmente. Es importante evitar elementos y demás distracciones que nos alejan de su presencia, tales como la tele, móvil, ordenador… Nuestra presencia es la base de las relaciones nutritivas.
El lenguaje y el tono de voz a veces dificulta una buena comunicación. Hay que tener claro que no somos sus amigos sino sus padres.
Y sobre todo no se nos puede olvidar “los niños desarrollan la mayoría de sus aprendizajes mediante la observación, la imitación y la interacción continua”. Albert Bandura.
Nosotros somos el mejor ejemplo para nuestros hijos. A veces no logramos que nos hagan caso pero no dejan de observarnos.
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