Ahora que está a punto de acabar el curso, que llegan las notas y con ellas tal vez los premios, los castigos, los disgustos y las comparaciones, queremos volver a la base, a lo más importante, más incluso que las notas o las propias materias: el interés por aprender. Y es que aprender, y aprender a aprender, nos convierte en mejores personas, nos empuja a vivir vidas más plenas y satisfactorias y a querer ampliar horizontes, descubrir nuevas posibilidades y sentirnos más realizados.
Interés por aprender para llevar vidas más plenas
Sin duda, no querrás que tus hijos, el día de mañana, sientan que viven estancados, que no progresan, que no tienen nada interesante que aportar, que no aprenden nada nuevo. Por eso, nos parece que en todas las familias deberíamos cultivar el interés por aprender y la convicción de que aún no sabemos todo. Es lo que Fernando Botella llama humildad, desafiando en cierto modo la definición del diccionario de la Real Academia, que la define como “virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento”. Fernando Botella, experto en talento y formación, señala que inculcar el valor de la humildad “significa enseñar a los niños que vivan la vida continuamente con una mente de aprendiz”.
Ese interés por aprender continuamente no solo les hará llegar más lejos a nivel académico, sino además en todas las facetas de su vida e incluso como parte activa de la sociedad. Toru Kumon, creador del método Kumon, se muestra convencido de ello: “Puedo asegurar que en el proceso de mejora de las capacidades académicas que experimentan en Kumon los niños se hacen mejores personas. ¿Qué implica ser buena persona? Implica tener cualidades como la bondad y la consideración con los demás y la capacidad de reflexionar acerca de lo que puede hacer para mejorar la sociedad”.
Nosotros podemos hacer mucho para cultivar ese interés por aprender y superarse. Lo principal, nos recuerda Gregorio Luri, pedagogo y filósofo, es educar en valores como la idea, muy arraigada en la cultura oriental, de que “no hay resultado suficientemente malo que no pueda mejorarse con un poco más de esfuerzo”. E incluso, en lugar de alabar lo listos, guapos y estupendos que son nuestros hijos, podemos alabar su esfuerzo, su interés y sus ganas, defiende Luri. Y es que, como nos contaron Pedro García Aguado y Francisco Castaño, psicóloga Carol Dweck hizo un experimento: dio un puzle a cada uno de 200 niños. A la mitad les dijo: “Muy bien, lo has acabado”. Y a la otra mitad, les valoró el esfuerzo mientras lo estaban haciendo. Luego les daba a escoger entre dos puzles, uno más complejo que otro. El 99% de los niños cuyo esfuerzo valoró escogieron el más complejo. La mayoría de niños que recibieron valoración por el resultado, escogieron el fácil. En el experimento, al día siguiente les daba uno que no podían resolver por su edad. Los niños valorados por su esfuerzo lo intentaban. Los que habían sido valorados por el resultado no lo intentaron. La conclusión que extrae Francisco es que “valoramos mucho las notas de nuestros hijos, en lugar de decirles: “Tú esfuérzate, que los resultados ya llegarán””.
Claves para fomentar el interés por aprender
¿Quieres claves para fomentar en tus hijos el interés por aprender continuamente? Aquí te las brindamos:
1.- Ser ejemplo de que se puede seguir aprendiendo siempre. Proponte retos, incorpora pequeños aprendizajes en tu día a día (desde una receta nueva, un pequeño curso, ver tutoriales sobre algo de tu interés, aprovechar para aprender a tocar el instrumento que siempre soñaste con tocar…).
2.- Dejar bien claro el placer que supone aprender y ampliar horizontes. Tus hijos necesitan darse cuenta de que cuando realizan actividades que amplíen sus conocimientos y su visión del mundo (desde dar paseos por el campo, realizar visitas culturales, conversar con amigos, leer, buscar información sobre algo de su interés…) se sienten más vivos que cuando simplemente se dejan llevar.
La motivación por aprender crece cuando un niño mira hacia atrás y es consciente del camino que ha recorrido, pero también es importante que sepa mirar hacia el futuro, conozca todo lo que le queda por recorrer, y se sienta motivado y libre para seguir creciendo. Toru Kumon cuando creó la famosa metodología veía el potencial de todos los alumnos, aprendiendo libremente y de forma autodidacta todo el contenido le ofrecían sus programas “Quiero ayudarlos a darse cuenta, lo antes posible, de que pueden avanzar sin límites”.
3.- Saber que no sabemos mucho. Vivir pensando que ya lo sabemos todo, que no hay mucho que podamos aprender, tiene dos peligros: nos impide avanzar y nos convierte en seres narcisistas y con un desagradable complejo de superioridad. Subrayar a nuestros hijos que nos quedan muchas cosas por saber y por aprender tiene, por el contrario, dos beneficios claros: nos pone en movimiento, porque querremos aprender, ya que no está todo hecho; y nos permite disfrutar de lo que nos rodea con más intensidad.
4.- Emplear el tiempo libre para enriquecer nuestra vida. Podemos enseñar a nuestros hijos a utilizar el tiempo libre para enriquecerse como personas en lugar de para dejarse llevar tirados en un sofá o con pantallas. Ya lo hemos dicho, se sienten más vivos.
5.- Transmitir confianza en que pueden superar retos y aprender de fracasos y errores. Para esto debemos estar atentos para ofrecerle siempre estímulos que le supongan retos de verdad, adaptarnos a sus capacidades y no dejar que se acomoden por resistencia al esfuerzo o miedo al error. Si en casa vivimos los obstáculos como oportunidades para repensar el camino y nuestra forma de caminar por él, estaremos transmitiendo a nuestros hijos confianza para avanzar, para equivocarse sin dramas y para volver a intentarlo. El miedo a equivocarse es la peor piedra en el camino del aprender, tal vez por delante del conformismo y la pereza.
6.- Fomentar la idea de que su contribución y su papel es importante para la sociedad. Así, nuestros hijos entenderán que, si la construcción de la sociedad está, en alguna medida, en sus manos, será bueno para todos que den lo mejor de sí mismos, aprendiendo y mejorando, superándose con cada aprendizaje.
A continuación te dejamos un vídeo que ilustra brevemente estas ideas.
Con el método Kumon puedes ayudar a tus hijos a fortalecer su capacidad de aprender para descubrir todo su potencial. Puedes contactar con tu centro Kumon más cercano aquí: http://www.kumon.es/