Los bebés vienen al mundo con un fuerte reflejo de succión; un instinto que les asegura la supervivencia, porque es la manera en que consiguen el alimento: succionando.
Así que, una de las funciones principales de la succión es, sin ninguna duda, la alimentación, pero ¿tiene más funciones?
Por supuesto, la succión tiene también una función reguladora en el bebé. Succionar produce gran bienestar en él. Cuando un bebé succiona, su cerebro libera endorfinas, hormonas del placer que le relajan y lo reconfortan inmediatamente.
Es por ello que, ante la necesidad de succión del bebé, las madres y padres recurrimos al chupete, pero ¿es perjudicial usarlo si el bebé es lactante?
¿Es perjudicial darle el chupete si le doy el pecho?
Ofrecer o no el chupete a nuestro bebé es una decisión personal, pero si el bebé es lactante, Alba Padró, auxiliar de clínica y consultora internacional de lactancia (IBCLC) nos dice en su libro ‘Mucha teta’ que deberíamos tener en cuenta lo siguiente:
- No se debería ofrecer el chupete al bebé antes de las 6-7 semanas de vida, ya que puede dificultar la buena evolución de la lactancia.
- Succionar el chupete produce saciedad, lo que puede ser peligroso si el bebé pierde peso o no aumenta de peso adecuadamente.
- En caso de dolor al amamantar es importante buscar y solucionar las causas con un buen seguimiento y no usar el chupete para saltarse tomas, pues puede ser peligroso para el bebé.
- Puede producir modificaciones de la succión al igual que las tetinas.
La succión afectiva
Como ya hemos comentado al inicio, los bebés no solo succionan para alimentarse, también lo hacen para calmarse, es por ello que a veces notaremos que nuestro pequeño está mamando pero no está comiendo.
En este sentido, los pediatras diferencian la succión nutritiva de la succión no nutritiva o afectiva.
Pensaréis que proporcionar a nuestro bebé ese calma se puede conseguir de igual manera usando el chupete o la teta… De hecho, seguro que alguna vez has escuchado el comentario de: «Está usando la teta de chupete», dando a entender que el bebé no está haciendo nada importante al pecho y que puede prescindir de esos momentos. Sin embargo, debemos aclarar que el chupete es un invento moderno, que se creó precisamente para dar un respiro a la mamá, y que el bebé lo pueda utilizar como pecho para la succión afectiva. Es decir, el chupete es el sustituto del pecho, por lo que en realidad es el chupete lo que se utiliza como teta y no la teta de chupete.
Además, la boca del bebé está diseñada para albergar el pezón, que es lo único que verdaderamente respeta su fisionomía y no provoca alteraciones, permitiendo a la lengua moverse con libertad hacia el cielo de la boca, que es donde debe colocarse.
Dicho esto, Padró recomienda:
- Ofrecer el chupete con moderación y en casos puntuales, como el trayecto en coche, por ejemplo. Pero es el adulto quién lo da y es el adulto quien lo debe quitar pasada la situación de ansiedad.
- No se debe prender en la ropa con la típica pinza y cadenita porque el dejarlo a disposición del niño para utilizarlo ya que es uno de los factores de riesgo para luego dificultar la retirada del chupete.