La Fundación Másfamilia es una organización sin ánimo de lucro que trata de contribuir a una sociedad mejor desarrollando iniciativas que supongan una mejora de la calidad de vida y bienestar de las familias como la Iniciativa efr, una suerte de sello de calidad que certifica que la empresa que lo consiga apuesta por la conciliación de la vida familiar y laboral, al apoyo en la igualdad de oportunidades y a la inclusión de los más desfavorecidos. En un contexto en el que la resposabilidad social empresarial importa cada vez más, el sello efr responde a una nueva cultura sociolaboral y empresarial basada en la flexibilidad, el respeto y el compromiso mutuos. Hablamos con su director.
¿Cómo surgió la iniciativa de la Fundación Másfamilia?
Nuestra Fundación tiene una visión muy clara, aportar para mejorar el mundo en el que vivimos.
Entendemos que una sociedad mejor será aquella en la que existan mayores cuotas de respeto, justicia, igualdad y responsabilidad hacia el ser humano, sus valores y entornos esenciales, sin renunciar por ello al mantenimiento de altos estándares en lo que a la prosperidad y a la calidad de nuestras vidas se refiere.
Nuestra Fundación es una organización privada, independiente, sin ánimo de lucro y de carácter benéfico, creada y dirigida para aportar soluciones innovadoras y altamente profesionales para la protección y apoyo de la Familia, y especialmente de aquéllas con dependencias en su seno. Por ello, la Fundación surgió con el fin prioritario de desarrollar acciones profesionales que supongan una mejora de la calidad de vida y bienestar de las familias como la Iniciativa efr.
¿Cómo valoráis la situación de responsabilidad familiar de las empresas españolas en general?
El hecho de que España se sitúe a la cola en materia de conciliación con respecto a otros países, sobre todo los nórdicos y centroeuropeos, es un indicador más de que en nuestro país ‘aprieta el zapato’ y es una realidad que nos concierne a todos y, por tanto, Estado, empresas y demás instituciones tienen que trabajar para que la conciliación no se convierta en utopía y sí sea una realidad. Aún queda mucho por hacer, pero hemos avanzado enormemente en la última década. No obstante y en justicia, las empresas españolas no lo hacen tan mal, lo que sucede es que tienen “más trabajo” que las centroeuropeas.
¿Qué ideas maneja la Fundación para convencer a las empresas para que apuesten por la responsabilidad familiar? ¿En qué creéis que les beneficia?
Los grandes beneficios de nuestra iniciativa efr son, sin duda, los asociados al diseño, implantación y certificación de un proceso efr en una organización y de la mejora continua hacia la excelencia a través de un modelo de gestión centrado en la calidad de vida de los colaboradores.
Las ventajas más comunes son la mejora de la reputación y marca, la atracción y retención de talento, la competitividad y la atracción de inversión socialmente responsable, entre otros.
¿Qué resistencias se tienen que vencer para apostar por este camino en las empresas?
Ante todo, la resistencia al cambio. Son muchos los empresarios que dicen que si las cosas han ido bien hasta la fecha, para qué cambiar. El caso es que los indicadores de natalidad, de envejecimiento, de problemas con la infancia, de presentismo, de baja productividad en las empresas siguen creciendo y será porque algo está fallando en nuestra forma de hacer las cosas.
¿Qué certifica el Modelo efr? ¿Qué parámetros mide?
El certificado efr es una iniciativa pionera en España para reconocer y distinguir a las empresas e instituciones que diseñen e implanten un modelo de gestión y trabajen en:
- Liderazgo y estilos de dirección
- Calidad en el empleo
- Flexibilidad temporal y espacial
- Apoyo a la familia
- Desarrollo profesional y personal
- Igualdad de oportunidades.
Cualquier empresa interesada entra en contacto con la Fundación, diseña e implanta el modelo efr con o sin ayuda externa y por último, se somete a una auditoría externa (de tercera parte).
Una vez satisfechos estos requisitos, obtiene el Certificado efr por un período de dos a tres años, junto con una marca del mismo nombre, que actúa como un sello de calidad que podrá usar asociado a su propia identidad y que le permitirá ser reconocida como empresa socialmente responsable y comprometida con sus empleados y la familia.
¿Es suficiente con que una empresa permita la conciliación para que sea considerada familiarmente responsable? ¿Hay grados en este sentido?
Es necesario un marco legal o regulatorio que asegure unos mínimos relacionados con la defensa de los intereses de empleados y empleadores. La empresa debe cumplir con la legislación vigente, el convenio colectivo al que pertenezca y debe apostar más allá de éstos. Tras ello, tiene que poner en marcha el proceso de certificación efr y que, según tamaño y situación de cada empresa, puede tardar entre 2 y 12 meses.
¿Qué comentan los empleados de estas empresas sobre el cambio que se opera en estas empresas?
Los empleados suelen reportar en general su aumento de compromiso e incluso orgullo de pertenencia como consecuencia de trabajar en una organización que se interesa y ocupa por sus vidas privadas. En tan poco espacio temporal y siendo una iniciativa particular de una Fundación, creemos que hemos realizado una importante evolución, de la que estamos orgullosos. Lo que más nos motiva y agrada es la acogida que tenemos en todo tipo de entidades con sus colaboradores. De hecho, este interés ha traspasado nuestras fronteras y en la actualidad tenemos impacto en otros países de la Unión Europea y de América Latina, como Portugal, Colombia, Chile o Brasil.