A mamá…
Aunque han pasado dos días desde el Día de la Madre, en Gestionando hijos pensamos que es bonito y justo homenajearlas muchos más días, todos los días. Por eso, publicamos hoy este precioso texto de Ángeles Jové Pons, de AEIOU Coaching para Padres. Y es que las mamás “muestran al mundo y nos recuerdan a todos que la educación de los hijos es un trabajo duro, retador y, a la vez, maravilloso, gratificante” y saben “que la educación de los hijos es un camino de ida y vuelta en el que aprendemos y crecemos en humildad padres e hijos juntos, todos. Porque el que enseña aprende dos veces”.
A todas las mamás, nuestro pequeño y sentido homenaje desde AEIOU Coaching para Padres.
A todas las mujeres que se han emocionado al oír “mamá” por primera vez y, en ese instante, supieron todo lo que serían capaces de ser y hacer por sus hijos.
A todas las mujeres que entienden que la vida se abre paso a través de ellas y por eso acogen, aceptan y aman incondicionalmente a sus hijos.
Los hayan parido o no, los toman en sus brazos generosos para amarlos.
“No te he elegido, hijo mío, has venido a mí y yo te acepto con todo lo que eres y no eres, con todas tus capacidades y vulnerabilidades, en toda tu maravillosa imperfección, pues sólo me cabe amarte y no cambiarte”.
A todas las mamás que se han caído con lagrimas en los ojos y se han levantado con una sonrisa.
Que han dudado de si mismas y, aun así, han seguido adelante dando lo mejor.
Que se han apagado con un soplo como una vela y han vuelto a prenderse iluminando y dando calor a toda la estancia.
Que se han sentido agotadas y han sacado fuerzas de donde no había.
Que desde su maternidad muestran al mundo y nos recuerdan a todos que la educación de los hijos es un trabajo duro, retador y, a la vez, maravilloso, gratificante.
Que es precisamente esa dureza la que las hace fuertes, ser mejores, y les permite llegar a donde jamás imaginaron. ¡Más lejos! ¡Mucho más lejos!
Que por difícil que sea dicen alto y claro que vale la pena la aventura. Siempre vale la pena. Siempre. Porque en cada recodo y obstáculo en el camino hay un regalo, un aprendizaje que espera.
Que nos advierten de que cuanto más conscientes somos como madres más disfrutaremos de los nuestros. Que cuanto más felices seamos más felices serán nuestros hijos.
Que nos enseñan que en esta vida nos hemos de mojar pues todo tiene una lado malo y uno bueno, que depende de nosotros escoger uno u otro y que de esa elección depende en gran parte nuestra felicidad y la de nuestros hijos.
Que muchas veces las cosas no son como queremos o hemos imaginado y, aun así hay que danzar con lo que la vida nos depara confiando en que todo tiene un sentido, a veces, muy escondido.
Que la educación de los hijos es un camino de ida y vuelta en el que aprendemos y crecemos en humildad padres e hijos juntos, todos. Porque el que enseña aprende dos veces.
Que nuestros hijos son nuestros verdaderos maestros porque siempre nos hacen espejo de nuestra realidad y nos señalan el camino.
A las mamás que lloran, ríen, sueñan, aman, bailan, sufren, abrazan, conquistan, inspiran, escuchan, sienten por y para sus hijos.
¡Feliz día de la madre! Porque todos los días merecen este homenaje.
Y si quieres darte un homenaje, no faltes a nuestro encuentro en Barcelona el 10 de junio donde aprenderemos más sobre (y con) esos locos bajitos: nuestras emociones, el poder de las historias para educar, la importancia de promover su autonomía, el relax que supone saberse padres imperfectos… Más info pinchando la imagen