En estos días, que ya son semanas y parece que serán meses, hemos decidido hacer algo para mejorar la comunicación entre nosotros, la familia.
Somos cinco en casa, Quique, yo y nuestros tres hijos: Blas de 17, María de 14 y Olivia de 9 años. Tantas horas en casa lleva a momentos caóticos….
Desde luego hay algo que falla en nuestra comunicación, nuestros hijos cada vez se hablan peor entre ellos, ni el tono, ni las formas, ni las palabras acompañan a vivir en armonía.
Hemos decidido poner en marcha algunas técnicas caseras de comunicación para intentar mejorar algunas cosas. Nos ayudamos por un libro – El arte de comunicar – que hemos utilizado como guía para no perdernos.
Desde luego fácil no es, pero creo que con algunas conversaciones que estamos teniendo, algunas pautas y alguna técnica, generará un poso en el que todos mejoraremos.
Algunas de las cosas que hemos hecho son, en primer lugar, que se den cuenta de lo mal que se hablan entre ellos, esto es muy importante para que se esfuercen en mejorar. ¿Cómo lo hemos hecho? Pues grabándoles en vídeo cuando discuten, luego enseñarles los vídeos y que vean desde fuera que las formas y el tono no son los apropiados.
Nos hemos propuesto jugar a un juego de mesa algunas tardes, el primer día se vieron claramente el mono que cada uno llevamos dentro, uno enseguida al insulto y la mano suelta, otro gritos y malas formas con peor tono y otro que se enfada enseguida y no quiere respirar… En fin, un reflejo claro de mejora de comunicación.
Por supuesto también se vio claro (y nuestros hijos nos lo dijeron) nuestra no demasiada buena comunicación como padres, rápidamente perdemos los nervios, empezamos a subir el tono y nos ponemos en tono amenazador que “siempre funciona”… es difícil evitarlo. La experiencia no fue demasiado buena, terminamos todos enfadados y nos propusimos intentarlo al día siguiente y que cada uno contuviera su mono interior. El segundo día algo mejoró porque estábamos todos avisados, pero la cosa tampoco terminó en un jardín de rosas… Supongo que será cuestión de mucha práctica y algo de esfuerzo.
Este ejercicio nos ha hecho ver claramente las cosas a mejorar que tenemos cada uno de nosotros.
Cada uno de nuestros hijos y nosotros mismos hemos escrito en un papel las cosas que creemos debemos mejorar para tener una mejor comunicación y por lo tanto relación. El que estén escritas nos permite recordárnoslo cada vez que se nos olvida y nos compromete a ponerlas en marcha. El lector de Gestionando hijos va a poder comprobar lo que hemos escrito cada uno en las imágenes que van junto a este artículo.
Tenemos pendientes muchas tardes de juego de mesa para ver los resultados, por ahora son escasos, pero confiamos que con el tiempo mejoraran.
Arantxa Brull & Quique Ruiz
